Chubut

Educación “intoxicada”: El gobierno gasta 20 veces más en pagar la deuda que en reparar las escuelas

La masiva intoxicación por monóxido de carbono en la escuela de El Maitén volvió a exhibir obscenamente la crisis estructural que atraviesa al Estado chubutense a la hora de atender las necesidades de la comunidad educativa. También, vale la pena observar dónde están centradas las prioridades a la hora de destinar los fondos provinciales. Mientras que para arreglar las escuelas se presupuestaron 799 millones de pesos para este 2022, a lo largo del año el Gobierno provincial terminará pagando deuda por más 16.000 millones de pesos. Se paga 20 veces más de deuda que lo que se destina al mejoramiento edilicio educativo. ¿Este es el destino ineludible de la educación en Chubut y la condena a largo plazo que pagarán los estudiantes? Frente a esta realidad irrefutable, sólo resta esperar que sigan produciéndose milagros y no haya muertes en las escuelas.

Los problemas en la educación, tanto en cuanto a la infraestructura como en la crónica de la falta de presupuesto para el mejoramiento de la calidad educativa y los salarios de los trabajadores constituyen una realidad inaceptable que -hay que remarcarlo- se hace evidente desde hace largos años en la provincia de Chubut.

Desde los múltiples reclamos producidos en 2018 y 2019 por la mala calidad de los edificios hasta la reciente intoxicación de más de medio centenar de alumnos, docentes y personal auxiliar muestran a las claras que las soluciones necesarias no aparecen y que las prioridades están puestas en otros rubros ampliamente cuestionables.

La tragedia merodeó la Escuela 7719 de la aldea Buenos Aires Chico, dentro del ejido municipal de la localidad cordillerana de El Maitén. Casi resultó un milagro que no hubiera que lamentar muertes por la intoxicación con monóxido de carbono de 58 alumnos y personal del establecimiento, aunque algunos padres siguen denunciando las secuelas que sufrieron sus hijos.

El monóxido de carbono no sólo generó una alerta preocupante en la provincia, sino que también se llevó puesta a la volátil e ineficiente ministra de Educación, Florencia Perata. Además, el episodio volvió a encender las alarmas sobre la posibilidad de que una catástrofe pueda producirse en Chubut.

La problemática es mucho más profunda que la salida de la ministra o los problemas con la calefacción del establecimiento cordillerano, situación sobre la que la Justicia deberá investigar y encontrar a los responsables en el terreno material y político.

En el fondo, lo de la escuela de El Maitén es el emergente de una problemática que atraviesa a todo el Estado chubutense. El desfinanciamiento es de larga data y la prioridad para el uso de los fondos públicos no está puesta en la solución prioritaria de estos problemas sino en la cancelación de la deuda a costa del sacrificio de la población o en el desmanejo y dilapidación de recursos del Estado a través de la corrupción.

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