El Tribunal de Conducta de la Unión Cívica Radical de Chubut, en razón de los conflictos dentro del partido durante la semana en torno a la designación de Massoni como ñoqui por parte de Pagliaroni, dictaminó que:
“(…) Se solicite al Sr. Manuel Iván Pagliaroni presidente de bloque de la HLC (Honorable Legislatura de Chubut) la baja de la resolución N° 350/2022, por la cual se ha designado al Sr. Federico Norberto Massoni DNI 23.439.887 como asistente de bloque de la UCR, en plena facultad (…)”.
En criollo: el tribunal esta “invitando” a Pagliaroni a rajar a Massoni del bloque de la UCR porque la unidad del partido se encuentra en crisis.
Por lo visto los únicos personajes que están a favor de tener a Massoni dentro del partido son Damián Biss (presidente del partido UCR en Chubut e intendente de Rawson) y Pagliaroni. Pero el resto de los correligionarios están absolutamente en contra, y eso no es bueno para los mencionados porque dicen que “cuando la tropa se enoja, el capitán se cae del barco”, situación que, por otro lado, tampoco le gusta nada a Massoni, en lo que respecta a que actualmente solo lo tendrían agarrado de un dedo.
Poco a poco pareciera que la romántica historia de amor entre Pagliaroni y Massoni se fuera encaminando a su final, da la sensación de que el resultado dependiera de qué aspecto tiene más peso para el presidente del bloque de la UCR en la legislatura: la amistad o mantener el poder.
Todo comenzó el martes 2 de agosto, cuando se viralizó por redes sociales la resolución 350/2022 donde se lo nombraba a Massoni como asesor de Manuel Pagliaroni.
Inmediatamente comenzaron las críticas tanto por parte de la sociedad y ni hablar de los mismos miembros del partido que no pueden ver ni en foto al ex – ministro de Seguridad.
Pagliaroni salió a defenderlo a capa y espada, manifestando que Massoni lo iba a asesorar en temas de “seguridad y materia penal”; obviamente el ex ministro sabe tan poco de lo primero como de lo segundo en lo que respecta a que no tiene formación profesional en materia de seguridad pública; su gestión en el estado se resumió: en mostrar los músculos, jugar a ser un personaje de películas de acción, figurar para la foto en los procedimientos policiales, utilizar víctimas (caso Ronald Guerra) para hacer campaña política y así lanzarse luego como candidato a senador nacional.
Ni hablar de sus conocimientos en derecho penal, los cuales son muy precarios. En tanto y en cuanto no tiene especializaciones tales como posgrados en esa materia, y como “abogado” jamás tuvo una marcada experiencia agarrando dichos casos (de hecho se duda si alguna vez ejerció su profesión) y sin mencionar que desconoce cuestiones básicas del Código Procesal Penal, lo cual quedó demostrado durante su actividad como ministro al ingresar sin autorización judicial a los domicilios en medio de los allanamientos, revisar mochilas y vehículos civiles, y “detener” a punta de pistola a DETENIDOS (valga la redundancia) para salir en la foto; típico perfil de un policía frustrado con conductas psicopáticas.
Lo cierto es que Massoni, desde el 2 de agosto es un ñoqui del estado, viviendo de las arcas públicas sin hacer nada y gracias a la fogosa amistad que tiene con el presidente del bloque de la UCR Manuel Pagliaroni, quien lo metió “por la ventana” al cuerpo legislativo del partido radical y sin consultar a los propios integrantes; pero sobre todo, tratándose de un personaje que está en las antípodas totales del interés político del partido, toda vez que mientras era amigo de Arcioni ejecutó acciones repudiables a favor del OFICIALISMO como el aval de las detenciones ilegales durante la primera etapa de la pandemia y también del asesinato a manos de la Policía del chacarero “tino” John; sin embargo, ahora está como asesor en la OPOSICIÓN.
Notas relacionadas:
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