El director de la comunidad terapéutica «La Razón de Vivir», Néstor Zelaya, se negó este viernes a prestar declaración en la causa en la que se lo investiga por explotación laboral y reducción a la servidumbre a personas que vivían en ese establecimiento por consumo problemático de drogas, mientras que el también involucrado conductor Marcelo «Teto» Medina y otros detenidos esperaban ser indagados por el fiscal de Berazategui Daniel Ichazo.
En la causa se investiga a Néstor Zelaya por explotación laboral y reducción a la servidumbre a personas que vivían en ese establecimiento por consumo problemático de drogas, mientras que el exVideomatch y otros detenidos esperaban ser indagados por el fiscal de Berazategui Daniel Ichazo.
Así lo informó esta tarde el abogado de Zelaya, Marcelo Biondi, en las puertas de la fiscalía de Delitos Conexos a la Trata de Personas, Pornografía Infantil y Grooming. Los defensores de los detenidos se habían quejado previamente de que no se les permitía «ver el expediente» e incluso se habían retirado del lugar, adelantando que irían a hablar con el Procurador General de la provincia «para hacerle saber lo que sucede».
«Nos han tratado de una manera muy despectiva, violando garantías elementales del debido proceso», se quejó Adrián Tenca, abogado de «Teto» Medina, en representación de todos los defensores.
Esta mañana, Medina, Zelaya y los otros detenidos de la comunidad terapéutica «La Razón de Vivir» fueron trasladados a las 7.30 desde la comisaría 1 de Berazategui rumbo a la fiscalía de esa localidad bonaerense para ser indagados.
Medina y otras 16 personas fueron detenidas este jueves en una serie de allanamientos en localidades del Gran Buenos Aires y Córdoba. El exanimador televisivo fue apresado en su departamento del barrio porteño de Palermo y pasó la noche en la comisaría 1 de Berazategui donde ingresó ayer a las 15.
La palabra de los abogados
El abogado de Medina rechazó las acusaciones contra su cliente y anticipó su decisión de pedir la excarcelación porque «es absolutamente inocente». «Él iba simplemente los martes a dar una charla a los internos de 11 de la mañana a 5 de la tarde y cobraba 10 mil pesos por charla y esa fue toda su participación», expresó Tenca esta mañana a la prensa en la entrada de la fiscalía.
«Hable con él ayer, me dijo que estaba muy tranquilo, que él no había cometido ningún delito y que nunca ninguno de los chicos a los cuales él le daba las charlas le hizo referencia a que sufría algún tipo de castigo o maltrato», acotó.
También el abogado de Néstor Zelaya, que se negó a declarar ante el fiscal, consideró que la imputación de explotación laboral a jóvenes con consumo problemático «es absolutamente descabellada». Biondi anticipó la posibilidad de que su cliente declare «la semana que viene» una vez que estudie su estrategia de defensa.
En declaraciones a la prensa, el abogado insistió con la inocencia: «Las personas que se han comunicado conmigo desde el día de ayer que tomé la defensa, que son más de 80 o 90 personas, refieren todo lo contrario a lo que se dio a conocer desde la investigación en forma pública con respecto a que no hubo ningún tipo de acción que los haga trabajar en estado forzoso ni en condiciones deplorables».
El origen de la denuncia
Sobre el origen de la denuncia, el abogado aclaró que «tiene que ver un cura que formó parte de esta granja que después se fue». Y detalló: «En el momento en que formó parte no vio nunca ningún hecho presuntamente delictivo. Raro es que después de que se fue y abrió su propia granja a los mismos fines comenzó a denunciar distintos hechos».
Asimismo, Biondi afirmó que «ninguna de las personas que están detenidas deberían estar detenidas por estas calificaciones graves que se han adjudicado».
Durante la mañana, se concentraron familiares de los detenidos frente a la fiscalía y entonaron canciones con letras como «Esta es tu gente la que te sigue cueste lo que cueste» o «Este grupo siempre va al frente por un cambio de vida». También desplegaron una bandera que decía «La Razón de Vivir, vamos por más», mientras los detenidos permanecían alojados en la alcaidía.
«Los chicos están tranquilos, ya pasó lo peor»
Uno de los jóvenes rehabilitados que se hizo cargo provisoriamente de la comunidad terapéutica «La Razón de Vivir» aseguró esta mañana que «los chicos están tranquilos, cumpliendo sus actividades como corresponde», y señaló que «ya pasó lo peor».
«Lo peor fue vivir el allanamiento, tener patrulleros adentro como si los chicos hubieran cometido algún delito», declaró a Télam el joven llamado Catriel, quien subrayó que «hoy está normal la situación» en la sede de la comunidad de Florencio Varela, en la zona sur del conurbano bonaerense.
Catriel, que junto a otros cinco jóvenes rehabilitados decidieron hacerse cargo de ese centro, brindó detalles de los integrantes del lugar: «Los chicos recién se despertaron; estamos todos los chicos rehabilitados unidos y vamos a tratar de sacarlo adelante». «La causa mía de estar acá hoy es luchar por la recuperación de mis compañeros», agregó.
«Los chicos están tranquilos cumpliendo sus actividades como corresponde. Al principio fue una situación difícil, pero ahora hay más calma en el grupo», indicó, y remarcó: «Sabemos la causa por la que estamos acá y estamos agradecidos de tener la oportunidad de poder cambiar nuestra vida».
Cómo funciona el centro
En la sede de la comunidad «La Razón de Vivir» de la localidad bonaerense de Florencio Varela permanecen internados 30 hombres en recuperación de adicciones, mientras que alrededor de otros 30 «decidieron abandonar el tratamiento ayer», relató Catriel. El predio se encontraba esta mañana con consigna policial en los portones de entrada, pero sin presencia de las fuerzas de seguridad en el interior.
«Se rumorea que estamos inhabilitados, pero tenemos un servicio estatal de cursada del secundario dentro de la quinta», sostuvo el hombre, y contó que los jóvenes continuarán con su cronograma diario con distintas actividades.
«Ahora están en clase de Lengua y Literatura del Plan FinEs (Programa de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios); después van a almorzar, tienen clases de arteterapia, y a las 5 practican deportes», precisó.
Consultado sobre las denuncias sobre un presunto sistema de castigos que se aplicaba en la comunidad, Catriel señaló: «Cuando venís de la calle de consumir muchos años, a vos te dicen que tenés que hacer tal cosa, como barrer el patio, y no lo querés hacer».
En ese marco, continuó: «Eso es chocante para los chicos al principio, pero después se van acomodando a las normas de convivencia y generan el hábito».
Sobre la detención del mediático «Teto» Medina, acusado de cumplir el rol de ser «la cara visible y pública» de la organización, Catriel afirmó que «está muy lejos de ser captador de víctimas».
«¿Cualquier persona que comparte una publicación en redes se termina convirtiendo en eso?», se preguntó el joven. Y concluyó: «Están las cosas un poco enroscadas, hace falta tiempo para que la verdad salga a la luz».