El papa Francisco comenzará este martes por el país de Asia Central un periplo con un fuerte eje interreligioso marcado por su participación en una conferencia internacional junto a a líderes de otros credos, incluidas altas autoridades del Islam y el judaísmo a nivel mundial.
En lo que él mismo definió como una «peregrinación de diálogo y de paz», el pontífice partirá desde Roma a las 7.15 del martes (2.15 de la Argentina) para cubrir en seis horas y media los 5.262 kilómetros que separan a la capital italiana de Nur-Sultán, la única ciudad que visitará en suelo kazajo.
El viaje a la antigua república soviética de Asia Central rica en minerales e hidrocarburos se centrará en la participación de Francisco, el miércoles 14 y el jueves 15, en la apertura y el cierre del VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales en el Palacio de la Reconciliación.
El Congreso, que reunirá a más de un centenar de delegaciones de cincuenta países, se centra en el tema: «El papel de los líderes de las religiones mundiales y tradicionales en el desarrollo espiritual y social de la humanidad en el período post-pandémico».
Según el programa del encuentro, entre los participantes estarán otras otras importantes figuras religiosas: el Gran Imán de al-Azhar (Egipto) Ahmad al-Tayyeb (musulmán sunita) y el Gran Rabino Ashkenazi de Israel (1993-2003/2013-), David Lau.
Además, se espera la presencia de 108 delegaciones, entre las que se encuentran exponentes del budismo, taoísmo, hinduismo, zoroastrismo y sintoísmo.
Al llegar a Kazajistán, el pontífice mantendrá ya mañana un encuentro con el presidente Kasim-Yomart Tokaev, y luego dará el primero de sus cinco discursos en el país frente a miembros de la sociedad civil y autoridades, en una visita en la que entre otros medios estará acompañado por un enviado de Télam a bordo del avión papal.
La primera intervención de Francisco en el país oriental, al que llega con el lema «Mensajeros de paz y unidad», está prevista apenas pasadas las 19.30 locales (10.30 de la Argentina).
Desde el punto de vista étnico, Kazajistán es uno de los Estados con mayor diversidad del mundo, con más de 19 millones de habitantes, de los que el 70% son de fe musulmana, el 26% son cristianos, predominantemente ortodoxos, y los católicos son unos 120.000.
La mayoría de los ortodoxos de la exrepública soviética se referencian en el Patriarcado de Moscú que dirige Kiril, un aliado del presidente ruso Vladimir Putin.
Kiril, de hecho, recién confirmó a fines de septiembre que no participará del Congreso, donde se esperaba su presencia para una reunión bilateral con el Papa que el propio Francisco había adelantado.
Confirmada la ausencia de Kiril, en las últimas horas se empezó sin embargo a especular en ambientes diplomáticos con la posible coincidencia entre Bergoglio y el presidente chino Xi Jinping en la capital kazaja.
En 2015, Francisco y XI ya coincidieron en Estados Unidos, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas. La versión de una visita de Xi Jinping, enunciada por la agencia Interfax a la espera de confirmación, se daría a menos de un mes de la supuesta renovación del acuerdo que Roma y el Vaticano firmaron en 2018 para la designación conjunta de obispos.
Francisco, de 85 años, realizará su tercer viaje del año, tras las visitas que hizo a Malta en abril y a Canadá en julio, y luego de haber tenido que suspender un viaje a Congo y Sudán del Sur por los dolores en su rodilla derecha por los que usa silla de ruedas para desplazamientos largos.
Durante su estadía en Kazajistán, el Papa dedicará también actividades para el mundo católico local: el miércoles 14 con una misa en la sede del denominado Palacio de la Expo y al día siguiente con un encuentro junto a obispos, sacerdotes y consagrados en la Catedral capitalina.
El jueves 15, el encuentro de líderes religiosos terminará con la firma de un documento final y un discurso del Papa, que esa misma tarde regresará hacia Roma para aterrizar en la capital italiana a las 20.30 locales (15.30 de Argentina).