El combo que se está dando es complicado para el bolsillo de los argentinos: hay alta inflación y baja de consumo, una especie de “estanflación” del changuito (precios altos y caída de la actividad). En agosto, el consumo masivo se redujo un 7,3% y acumula un retroceso de 2,6% en lo que va del año. Es el peor resultado en los últimos 12 meses.
El panorama del gasto de los hogares cambia ante la suba de los precios. Alimentos y cuidado personal son las categorías más afectadas.
El dato surge de la consultora Focus Market. El consumo todavía preserva tasas positivas en autoservicios chicos, pero en el resto de los formatos muestran bajas, señala el informe. Además, hay mayor cantidad de visitas a los puntos de venta. En otras palabras, compras más chicas y mayor cantidad de viajes con menos unidades.
En el autoservicio chico, destaca el informe, el argentino medio se lleva 3,5 unidades de compra, y en un supermercado grande, se lleva 5,4 unidades.
Preocupación entre los almaceneros por la caída del consumo
Mientras, los almaceneros comienzan a mostrar su preocupación por la baja en las ventas, producto de que cada vez hay más personas que no llegan a fin de mes. El Centro de Almaceneros y Comerciantes Minoristas de Córdoba analiza mes a mes lo que sucede con el bolsillo de sus clientes. En agosto encontró, por ejemplo, que el 40,5% de los encuestados manifestó que no pudo acceder a la totalidad de los alimentos que conforman la Canasta Básica Alimentaria.
“El nivel de ventas en volumen en comercios de proximidad de la Provincia de Córdoba, cayó un 5,42% respecto a idéntico periodo del año 2021 como resultado directo de la sensible pérdida de poder adquisitivo de las y los consumidoras/es”, señala el informe mensual de la institución.
Este miércoles se conocerá el dato de inflación para agosto. Mientras tanto, a fines de este mes el Indec informará la tasa de pobreza para el primer semestre de este año, otro dato que preocupa al Gobierno Nacional en medio de una escalada de los precios y una baja en los ingresos.