En la antesala de la sentencia por el crimen de Fernando Báez Sosa, los ocho rugbiers acusados del brutal ataque en la puerta del boliche Le Brique en Villa Gesell demostraron su temor por separarse en la cárcel y tienen una nueva devoción: la Biblia y un pastor. A horas de saber cuál será su camino, los imputados se volcaron a la fe cristiana durante su estadía en la Alcaldía de Melchor Romero. Sin embargo, no fue la única muestra de adoración que dieron.
En los alegatos del jueves, Luciano Pertossi, uno de los más complicados en la causa, usó sus últimas palabras para disculparse con Graciela y Silvino, los papás del estudiante de Derecho, y dijo: “Le pido a Dios que sea algo bueno para todos”.
Según pudo saber TN, a Ciro, Luciano y Lucas Pertossi, Máximo Thomsen, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz y Blas Cinalli el miedo que los atormenta hasta hoy es qué pasará con ellos después del 6 de febrero, cuando se dicte la sentencia. Es por eso que recibieron en los primeros meses de encierro en La Plata distintos libros, entre ellos, los ejemplares de la Biblia. Fue así que comenzaron a reflexionar con las distintas lecturas de la “Palabra de Dios”.