Tras la actualización que aplicó la Secretaría de Comercio de la Nación sobre los precios de referencia de la harina subsidiada, se espera que desde comienzos de junio el aumento se traslade a los precios que pagan los consumidores.
La suba será del 9% y 12%.
Muchos panaderos terminan recurriendo al uso de harina no subvencionada, por la cual pueden pagar entre $3.500 a $4.000.
Desde el sector destacan que:
“El precio de la harina no subsidiada también está en aumento, lo que genera incertidumbre en la industria panadera, porque no se sabe hasta cuándo se podrá sostener la situación”.
Esta situación es la que marca la diferencia de precios, que hace que algunos locales vendan el kilo de pan con un precio inferior a los $600, mientras que otras lo venden hasta $1.200.
El aumento en el precio de referencia para la harina fue confirmado días atrás bajo la Resolución N° 502, publicada en el Boletín Oficial.
Donde se estableció un aumento del 6,01% en precios de referencia de la harina común 000, respecto del último aumento oficial, aplicado a mediados de abril.
Santoandre advirtió que la calidad de la harina subsidiada no es buena ni sirve para la producción de panificados.
“Cuando salió el fideicomiso la harina tenía que tener 28 de gluten, hoy con la transformación del fideicomiso no importa el gluten y te lo dan con 22, que es harina para galletitas y no sirve para hacer panificados. Hay que agregarle aditivos para poder trabajarla”, dijo.
Se destacó que el aumento de precio de los productos de panadería como las facturas, dependerá de la calidad de ingredientes y productos que se necesiten para la elaboración.
La resolución fue publicada en el Boletín Oficial, y el organismo introdujo modificaciones a las normativas que regían sobre sujetos que en forma habitual realicen por cuenta propia o de terceros intermediación o compraventa de motos o autos usados, y sobre titulares y cotitulares de inmuebles que negocien, oferten o transfieran propiedades o derechos sobre bienes a construir.