Desde el viernes el Papa Francisco está en su casa de Santa Marta después de nueve noches de internación.
Seguirá su postoperatorio en el Vaticano. Había sido internado el pasado 7 de junio, desde hacía meses tenía dolores recurrentes, cada vez más intensos.
Le realizaron una laparotomía con plástica, por una hernia que se le había formado en la cicatriz de una vieja operación realizada en Argentina en 1980.
“recen con mi’, pidió en referencia a su salud.
“Le pedimos que haga un poco de reposo y estoy seguro que esta vez nos va a escuchar porque tiene compromisos importantes”.
Y en referencia a los próximos viajes especificó: “los podrá afrontar porque está mejor que antes, no tiene más los malestares que tenía: será un Papa más fuerte que antes”.
Tres meses, le dijeron, porque si se rompe se debe nuevamente intervenir quirúrgicamente.