En Unión por la Patria hay un número que desvela a los dirigentes a cargo de la estrategia electoral. Son los casi 10 puntos en promedio que los excandidatos a presidente Juan Schiaretti y Myriam Bregman sumaron en cada una de las provincias del centro: Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y San Luis. En el oficialismo creen que allí estará una de las claves para definir al próximo presidente y se trabaja en una estrategia de campaña que se centrará en buena medida en ese electorado.
El desafío es doble en esa región, ya que además de intentar seducir a buena parte del electorado de la Izquierda y del gobernador cordobés, el candidato a presidente Sergio Massa debe evitar que Javier Milei engrose sus números en la zona centro tras el apoyo de Patricia Bullrich y Mauricio Macri de cara al balotaje.
En algunas provincias el libertario obtuvo más de 40 puntos como en San Luis y Mendoza y en las restantes tres (Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe) superó el 30% de los votos. Si buena parte de los puntos de Bullrich migran a Milei el escenario allí puede ser bien complejo para el oficialismo, por lo que Massa intensificará en las semanas que restan de cara a la segunda vuelta su discurso de propuestas en seguridad y simplificación de impuestos para intentar seducir al electorado radical y moderado de la exminsitra de Seguridad.
Massa se concentra en cinco provincias clave
En Unión por la Patria confían en que más allá de que las expresiones más moderadas de Juntos por el Cambio como Gerardo Morales, Martín Lousteau y Horacio Rodríguez Larreta aseguraron que no jugarán a favor de ninguno de los dos candidatos, los guiños de Massa a ese electorado generarán un efecto positivo en las urnas para el oficialismo. Para eso, Massa insistirá en su discurso de contrastes con Milei. “Reforzaremos lo que está en juego, los dos modelos de países que se proponen y no creemos que ningún radical vote a un candidato que propone vouchers educativos o que el presupuesto lo manejen los padres”, sostienen en la sede de calle Mitre.
En promedio, Juntos por el Cambio obtuvo en octubre entre un 20 y 27 por ciento de los votos en esos distritos del centro del país. Solo en Entre Ríos superó esa línea al llegar a los 30 puntos. Si se transfiere el 70% de los votos de Bullrich a La Libertad Avanza y Milei conserva su electorado, el liberal tendría una intención de voto en esta región del país que en promedio superaría los 50 puntos. De aquí que se entienden la importancia de que Massa logre atraer a los votantes de Schiaretti y Bregman, que le aportarían entre 7 y 10 puntos en estas provincias.
Si efectivamente Massa seduce a buena parte de los votantes de Hacemos por Nuestro País y la Izquierda, podrá rondar los 40 puntos en Entre Ríos y Santa Fe, estar cerca de esa cifra en San Luis y soñar con alcanzar los 30 en Mendoza. En Córdoba, donde buena parte del electorado tiene un adn anti K, el escenario es diferente. En el resto de las provincias, la transferencia de votos de Schiaretti a Massa es más probable. En el oficialismo creen que, con suerte, Massa rondará entre los 15 y 18 puntos. Si entonces mantiene o mejora sus números en las provincias del sur y el norte, el oficialismo tendrá números competitivos de cara al balotaje.
En su encuentro con gobernadores peronistas, Massa pidió que “nadie se relaje” y prometió un plan de obras públicas para los mandatarios provinciales. El oficialismo recuperó en las generales provincias clave como Tucumán, La Rioja, Corrientes, La Pampa, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego. La apuesta es mejorar esta performance para asegurar el triunfo del massismo.
Massa pide “no relajarse” mientras teje contactos subterráneos con el radicalismo
En algunos dirigentes oficialistas hay un llamativo clima de relajación tras el triunfo en las generales. “Ganamos” decía un colaborador cercano a Massa. En el kirchnerismo parecen dar cuenta de esta situación y piden no descuidar la campaña de territorialidad. Recuerdan que la victoria de Massa se explica, en buena medida, por los 45 puntos de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires y por la victoria de La Cámpora en 12 municipios, algunos populosos como Quilmes y Lanús.
En medio de la crisis de Juntos por el Cambio, Massa medita sus pasos. Las versiones sobre negociaciones subterráneas con el radicalismo son diversas, pero una fuente reconoció que las charlas comenzaron. El escenario es más complejo con Schiaretti. La relación entre el tigrense y el cordobés no es la mejor y hay recelos y dudas mutuas. “Nadie sabe cómo pueden terminar esas conversaciones”, reconoció un massista en diálogo con este medio.
Schiaretti hizo una gran elección en las provincias del centro. En Entre Ríos obtuvo el 5,37% de los votos; en Santa Fe más de 9 puntos; en Mendoza casi 5 y más de seis en San Luis. En la semana, el cordobés partió a Emiratos Árabes para conseguir fondos para un acueducto interprovincial. No se refirió al balotaje, pero dejó una frase que para muchos fue todo un mensaje: “Queremos acabar de una vez por todas con esto de que Dios está en todos lados, pero atiende en Buenos Aires, y no vamos a parar hasta que nuestro país sea federal en serio”.