El juez Evangelos Thomas criticó los “fracasos sorprendentes” de Whakaari Management Limited (WML), que otorga licencias para viajes a la isla. Este caso representa la acción más significativa de este tipo emprendida por el regulador de Nueva Zelanda, Worksafe NZ. La empresa podría enfrentar multas de hasta 1,5 millones de dólares neozelandeses.
La erupción de diciembre de 2019 dejó 22 víctimas mortales, la mitad de las personas presentes en la isla en ese momento. La mayoría eran turistas, incluyendo 17 australianos y tres estadounidenses.
Otras 25 personas resultaron heridas, muchas de ellas con quemaduras graves. El volcán Whakaari había mostrado signos de inquietud durante semanas antes de la trágica erupción. Es el volcán más activo de Nueva Zelanda y ha estado en erupción desde 2011.
Whakaari Management Limited fue la última de trece partes acusadas por el desastre en recibir un veredicto, después de que seis se declararan culpables y seis fueran exoneradas. Las sentencias se dictarán en febrero. La empresa, propiedad de tres hermanos que heredaron el volcán, otorgaba licencias a otras compañías para realizar recorridos turísticos.
El juez afirmó que la empresa tenía responsabilidad en la gestión y control del volcán activo y no cumplió con su deber de minimizar el riesgo, incluyendo la falta de evaluaciones de riesgos adecuadas.
Este desastre desencadenó la investigación más extensa y compleja jamás realizada por WorkSafe NZ, que también fue criticada por no supervisar las actividades en la isla entre 2014 y 2019. Las actividades turísticas en White Island no se han reanudado desde la erupción. Algunos turistas que compraron sus boletos a través de Royal Caribbean Cruises ya han llegado a acuerdos tras demandar a la compañía. Los familiares de las víctimas expresaron sentimientos encontrados tras el veredicto, destacando que se sienten aliviados de que finalmente haya justicia.
Fuente BBC