Por culpa del ministro Aguilera y la empresa Fabri S.A. se trunca la esperanza de una obra trascendental que iba a cambiar las perspectivas y proyecciones de crecimiento industrial de Camarones.
Camarones no podrá crecer ni proyectar un futuro industrial mientras la energía se siga generando con motores a combustión diésel, que consumen 4500 litros de gasoil por día y contaminan el ambiente emitiendo gases de efecto invernadero a granel.
El mundo no va para ese lado. El mundo va por las energías limpias, renovables, como la eólica; y esta línea eléctrica era el puntapié para promover e instalar esta tendencia mundial.
En agosto de 2022, el ministro de Infraestructura, Gustavo Aguilera, suscribió el contrato con la empresa Fabri S.A. –con domicilio en Puerto Madryn- para la construcción de la segunda etapa del interconectado Garayalde-Camarones.
El 4 de diciembre de 2023, más de un año después, la empresa citada le envió una carta documento al gobierno provincial saliente de Mariano Arcioni responsabilizando a la provincia por la paralización de la obra, aduciendo que se debe a que no realizó las servidumbres de paso en los 10 campos por donde pasa la traza de la línea.
Tal como ocurrió con la misma empresa en una obra de acuíferos en El Trébol y Manantiales Behr, el pliego licitatorio señala claramente que los trámites, los permisos y las servidumbres de paso van por cuenta de la empresa contratista que realiza la obra.
También en su carta documento, la empresa Fabri S.A. menciona no contar con algunas certificaciones por parte de la autoridad de aplicación, TRANSPA y el ENRE. Varias fuentes aclaran a este medio que dichas certificaciones no son impedimento para el inicio ni para la continuidad la obra.
EL MINISTRO CUESTIONO PERO SIGUIO PAGANDO
El propio ministro de Infraestructura, Gustavo Aguilera, envió notas y cartas documento a la empresa, alertando los atrasos y advirtiendo posibles sanciones e incluso la recisión del contrato, pero en paralelo siguió realizando desembolsos millonarios por más de 400 millones de pesos, y la obra al día de la fecha tiene solo un 5% avance, o sea prácticamente abandonada.
La irresponsabilidad de un ministro que no sancionó ni rescindió ese contrato por incumplimiento y plazos prescriptos le traerá al gobierno de Ignacio Torres el primer gran dolor de cabeza, y el pueblo de Chubut le exigirá una pronta respuesta y solución al problema porque no es solo Camarones la damnificado, sino toda la provincia.