Sin duda alguna, la vida es posible gracias al oxígeno, el cual forma parte del 65% de la masa del cuerpo humano y permite respirar y realizar diversas funciones fundamentales para el organismo. Sin embargo, una nueva investigación viene a poner en duda el papel de este elemento.
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Harvard reveló que la cantidad de oxígeno que respiramos podría estar vinculada con la longevidad. Una reducción controlada del oxígeno podría ayudar a las personas a vivir más.
Para llegar a este hallazgo los investigadores utilizaron ratones de laboratorio, a los que dividieron en dos grupos: un grupo control que respiraba aire normal, y otro grupo que respiraba una mezcla de aire con un 10% menos de oxígeno.
Vivir con menos oxígeno
Los resultados fueron inesperados: aquellos ratones criados en un ambiente con escasez de oxígeno exhibieron una extensión del 50% en su esperanza de vida, llegando a una media de 23,6 semanas en contraste con las 15,7 semanas de aquellos criados en entornos normales.
Además, se observó un aumento del 30% en la esperanza de vida máxima de los ratones expuestos a bajos niveles de este elemento, llegando a las 31 semanas, en comparación con las 26 semanas de sus pares que vivieron en concentraciones normales de oxígeno.
¿Cuál es la explicación detrás de este fenómeno?
Según los científicos, la limitación de oxígeno puede activar la generación de antioxidantes, los cuales contribuyen a proteger las células contra posibles daños. Asimismo, se cree que este proceso puede fomentar la reparación del ADN y la eliminación de células dañadas.
Pese a esto, todavía es necesario realizar más investigaciones para poder comprender de forma adecuada los mecanismos involucrados.