El Senado de Estados Unidos aprobó una ley que obliga a la empresa matriz de TikTok a vender la popular red social si no quiere enfrentar una prohibición. La medida, que se incluyó en un paquete de ayuda de 95.000 millones de dólares destinado a Ucrania e Israel, recibió 79 votos a favor y 18 en contra. Ahora, la ley espera la firma del presidente Joe Biden, quien tiene previsto firmarla mañana.
La ley fue impulsada por preocupaciones bipartidistas en Washington sobre las amenazas planteadas por China y la propiedad de TikTok. La plataforma es utilizada por aproximadamente 170 millones de estadounidenses, y durante mucho tiempo se expresó preocupación sobre la posibilidad de que las autoridades chinas accedan a los datos de los usuarios estadounidenses o influyan en el contenido de la aplicación.
La legislación otorga a ByteDance, la empresa matriz de TikTok, nueve meses para vender la red social, con la posibilidad de una extensión de tres meses si la venta está en curso. Además, la ley prohibiría a la empresa controlar el algoritmo secreto de TikTok, que es responsable de la personalización de los videos según los intereses de los usuarios.
La medida ha generado controversia, ya que algunos críticos argumentan que el régimen chino podría obtener información sobre los estadounidenses de otras formas. Sin embargo, el paquete de ayuda exterior también incluye una disposición que prohíbe a los agentes de datos comerciales vender o alquilar información personal a países como China, Corea del Norte, Rusia, Irán, entre otros.
La aprobación de esta legislación representa un paso importante en los esfuerzos del Congreso para proteger la seguridad y privacidad de los estadounidenses, así como para evitar cualquier influencia extranjera perjudicial. La presidenta de la Comisión de Comercio del Senado, Maria Cantwell, enfatizó que la intención no es castigar a una empresa específica, sino evitar que los adversarios extranjeros realicen operaciones malintencionadas que afecten a los ciudadanos estadounidenses y al gobierno del país.
La reacción de China ante la aprobación de esta ley no se hizo esperar. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Wang Wenbin, se refirió a esta medida como «una táctica intimidatoria» y expresó su desaprobación. Por su parte, el Ministerio de Comercio chino instó a Estados Unidos a detener la «supresión injustificada» de empresas extranjeras y a respetar los principios de la economía de mercado y la competencia justa.