Río Negro avanza hacia la minería con el proyecto Calcatreu, la esperanza de dar inicio a un proceso que cambie de una vez por todas la matriz económica de una provincia con problemas estructurales. La fiebre del oro y la plata le abre un abanico de posibilidades al gobernador Alberto Weretilneck, que ya ganó la batalla por el emplazamiento de la planta de GNL de YPF al calor del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).
A punto de enfrentar el próximo 30 de agosto la audiencia pública previa a la explotación, la empresa dueña de los activos, Patagonia Gold, dio a conocer un informe al que tuvo acceso Letra P en el que detalla su plan de extracción. Detrás, un trabajo minucioso del gobierno rionegrino busca licencia social en las comunidades cercanas al área de producción, en una zona de la provincia caracterizada por la crudeza del clima, la depresión económica y una bajísima densidad poblacional.
El Grupo Minero Calcatreu está conformado por diez propiedades mineras con 14.976 hectáreas de extensión. Al filo del paralelo 42, bien al límite con Chubut, la historia de este proyecto aduce diversas instancias, con avances y retrocesos dictaminados por los tiempos de una política zigzagueante.
Con el inicio de un tercer mandato signado por la crisis económica, el ajuste del gobierno nacional y un relación tirante en sus inicios con la Casa Rosada, Weretilneck generó las condiciones de la explotación minera aceitando la legislación, estudios de opinión y garantías para una inversión que parece avanzar sobre rieles. La expectativa de que se inviertan 250 millones de dólares en el plazo de vida total de este yacimiento, el efecto inmediato una vez finalizada la instancia legal previa es que se genere una diversificación de la economía para una región en la que vive apenas el 3% de la población rionegrina, si de la meseta se habla.
El camino a Calcatreu
Desde su descubrimiento, en 1997, por la compañía Source Development Argentine, Calcatreu comenzó un extenso proceso que generó esperanza y rechazos. En total, unos 31 millones de dólares fueron invertidos en materia de exploración, con diversos cambios de nombres en los derechos del suelo.
Los derechos de explotación pasaron de mano en varias oportunidades. La primera poseedora fue la Normandy Mining Ltd, adquirida en 2002 por Newmont Mining Corporation, que compra también los derechos de Calcatreu y pone en venta el proyecto. Aquiline Resources Inc se quedó con la potestad tiempo después, pero los cedió a Pan American Silver Corp, que finalmente vendió ese activo a Patagonia Gold en 2017.
Desde entonces, la minera construyó masa crítica a su favor en Ingeniero Jacobacci. Con algo más de 10 mil habitantes, esta localidad padece especialmente el tiempo del ajuste, el atraso y la desocupación.
Río Negro y el cambio de paradigma
Patagonia Gold tiene estimado procesar 2.500 toneladas por día cuando se inicie la etapa de producción, que abarcaría una década al máximo ritmo para la producción de oro y plata.
Entre los recursos demandados, el agua es el más valioso. El informe de impacto ambiental presentado a la Secretaría de Energía rionegrina por parte de la empresa anticipa una utilización para el procesamiento del mineral, instalaciones del campamento y otras actividades como el riego de caminos, equipos de minado, supresión de polvo y combate de incendios.
El documento avalado por el área rionegrina de Ambiente enfatiza que las necesidades “podrán ser satisfechas a partir del desagüe de mina y de pozos de apoyo próximos a la zona de operación”.
Fuentes del área minera de Río Negro ratificaron a este medio la viabilidad del proyecto. Recordaron el cambio con respecto al plan de inversiones que se presentó originalmente tras el descubrimiento y que tiene una notable perspectiva para “cuidar el recurso” hídrico.
Con años dedicados al aval social en la meseta y la decisión política de Weretilneck de ir a fondo, todo indica que habrá minería a gran escala en los próximos meses en Río Negro.