El Ministerio de Economía decidió medir con promedios trimestrales la tendencia del IPC para sostener que la desinflación continúa a pesar de la aceleración de agosto. En qué sectores el equipo económico detectó caídas de precios en septiembre
El Gobierno insiste en que la tendencia a la inflación sigue a la baja más allá de la aceleración del IPC general y núcleo que mostró el Indec en agosto, y ahora apuesta a que el piso duro de 4% mensual sea perforado este mes por el efecto de la reducción del impuesto PAIS, más allá de que sea un impacto de “una vez” en el nivel de precios.
El Ministerio de Economía publicó un comentario después del dato de inflación de 4% que difundió el organismo estadístico en el que sostuvo que el informe oficial reflejó la cuarta desaceleración consecutiva del ritmo interanual y eligió un foco trimestral y semestral para argumentar que la tendencia general sigue siendo a la baja.
“Para analizar la dinámica del proceso de desinflación y extraer tendencias más allá de la volatilidad de corto plazo, resulta útil analizar el comportamiento de las medias móviles de las variaciones del IPC. Este análisis es consistente con una continuidad en el proceso de desinflación, con la media móvil de tres meses de la variación del IPC Nacional ubicándose, junto a la del mes anterior, en el menor nivel desde febrero de 2022, y la de seis meses resultando la más baja desde marzo de 2023″, planteó el Palacio de Hacienda.
El dato del IPC de agosto mostró una reaceleración del número general, desde 4% a 4,2%, mientras que la núcleo, que muestra los precios por fuera de los regulados y estacionales, pasó de 3,8% a 4,1 por ciento. En el equipo económico aseguran que los precios que más aumentan son los que estaban más atrasados, principalmente tarifas, alquileres, transporte, comunicaciones y combustibles.
Con todo, para septiembre la forma en que creen que se podría quebrar -al menos ese mes- la resistencia del ritmo de 4% mensual es por un impacto en precios del recorte de la alícuota de impuesto PAIS de 17,5% a 7,5% para importaciones y pago de fletes. Puesto en números, el Banco Central proyectaba que en septiembre, el primer mes tras la rebaja del impuesto, podría tendría una inflación de 3,5 por ciento. Así, implicaría de ser cierto una desaceleración de 0,7 puntos porcentuales. Y que ese mes, además, la inflación núcleo caería hasta el 3% mensual.
En el Gobierno identifican que hubo un puñado de sectores que tuvieron bajas nominales de precios por la baja del impuesto PAIS, entre los que mencionaron casos como automóviles, motos, insumos como acero, aluminio, plásticos y otros como los textiles. Para el primer rubro, el BCRA en aquella exposición en la que anticipaba un 3,5% proyectado de IPC también midió que habría ese mes una caída nominal (deflación) de 0,9% en el precio de los autos.
En el mercado hay algo más de escepticismo sobre qué tipo de impacto podría verse por esa medida y qué causas explican el núcleo duro de inflación mensual que parece haber encontrado la economía. “La expansión del crédito privado en pesos, que vía multiplicador viene aumentando los agregados monetarios aún en contexto de base monetaria prácticamente estable desde anunciada la esterilización de pesos vía ventas de CCL/MEP a mediados de julio”, dijo un informe del Grupo SBS.
“Creemos que es la expansión del crédito privado, junto a componentes inerciales típicos de economías en regímenes de alta inflación, lo que explica que la desinflación haya perdido fuerza en las últimas semanas”, continuaron. “Si bien el tipo de cambio importador cae, al igual que el costo de reposición, la inflación inercial en no transables podría limitar el impacto de ese menor tipo de cambio importador sobre los bienes afectados. De todos modos, aguardamos a más datos de alta frecuencia para poder evaluar la dinámica de los precios tras la caída de la alícuota del Impuesto PAIS que rige desde septiembre”, cerraron.
Por su parte, LCG sostuvo que “el Gobierno tiene como objetivo que la inflación perfore el 1% mensual antes de fin de año. No lo vemos como el escenario más probable. Seguimos pensando que bajar la inflación de 4%/5% mensual a niveles de 1%/2% representa un desafío mayor que el de reducirla desde los niveles de 20% que dejó la devaluación de diciembre. La estabilización de la inflación core mostrando un freno en la desaceleración confirma en parte nuestra idea”, consideraron.
“Por ahora, una demanda resentida colabora poniendo límites a las correcciones de márgenes, pero una recuperación de la actividad aumentará el desafío. A su vez, haber relegado el objetivo de acumular reservas al de desinflar más rápido, podría generar tensiones cambiarias desencadenando un sendero de desinflación más errático que el esperado. En efecto, la tasa de inflación implícita en los títulos públicos se ubica en 3,1% mensual para septiembre y octubre, todavía lejos del objetivo”, concluyeron.
Por último, ACM también apuntó que “pareciera que la inflación mensual ha alcanzado un umbral de rigidez en torno al 4%”, en un informe a clientes. “Sin embargo, los procesos de desinflación suelen ser no lineales, y algunas tendencias son difíciles de revertir”, ampliaron y completaron: “Además que el impacto en los precios finales de la reducción del impuesto PAIS resulta difícil de calcular, por lo que será necesario monitorear este factor para evaluar si el IPC logra quebrar la tendencia actual”.