Francisco mantuvo su primera audiencia institucional con la CGT y el líder de la UTEP. En el centro del diálogo, las preocupaciones por la situación socioeconómica.
El Papa Francisco se reunió este lunes con los principales dirigentes de la CGT en el Vaticano. El encuentro se extendió durante media hora y giró en torno a la preocupación de los sindicalistas por el escenario político y socioeconómico que atraviesa la Argentina ante las decisiones del gobierno de Javier Milei.
Luego de su titánico viaje de 11 días al sur de Asia y Oceanía, el Papa Francisco recibió por primera vez a la más encumbrada comitiva de la Confederación General del Trabajo (CGT), que incorporó a dos mujeres sindicalistas y al secretario general del sindicato de la economía popular, conocido por la sigla UTEP.
La comitiva sindical estuvo integrada por uno de los lideres de la CGT y secretario adjunto de los trabajadores camioneros, Pablo Moyano y el otro secretario general de la CGT y líder de los trabajadores de Sanidad, Héctor Daer.
A Daer lo acompañaban a la par dos mujeres: la secretaria general de los docentes de escuelas privadas (SADOP), Mariana Jaureguiberry, y la co-secretaria de DD.HH. de CGT y secretaria adjunta de los trabajadores judiciales (UEJN), Maia Volcovinsky.
Con ellos llegaron el joven secretario general del sindicato de los trabajadores de la economía popular (UTEP), Alejandro “Peluca” Gramajo, el secretario general de los trabajadores del dragado y balizamiento, Juan Carlos Schimdt, y el secretario general de los trabajadores de la alimentación, Rodolfo Daer. Varios de ellos llevaban presentes para el Papa Francisco. Antes de ingresar se sumaron: el secretario general del Seguro y prensa de CGT, Jorge Solá, por los trabajadores de la construcción (UOCRA), Gerardo Martínez, por los trabajadores del Vidrio (SEIVARA), Cristian Jerónimo y Argentino «Tito» Geneiro, del gremio de gastronómicos.