Un ataque ruso contra el sistema energético ucraniano deja a más de un millón de hogares sin electricidad, tras una ofensiva aérea con misiles y drones dirigida contra instalaciones de infraestructura energética en el oeste del país. Este golpe al sistema energético agrava la crisis humanitaria en Ucrania, afectando a millones de personas en pleno invierno.
La empresa energética Yasno confirmó cortes de electricidad de emergencia en todo el territorio ucraniano. Sergey Kovalenko, director ejecutivo de la compañía, informó: “No hay fin a la vista. Los ataques enemigos siguen impactando nuestro sector energético”.
Por su parte, el ministro de Energía, Germán Galushchenko, aseguró que el sistema eléctrico está siendo objeto de un ataque masivo. “Se están produciendo daños graves a instalaciones energéticas en toda Ucrania”, añadió, destacando la gravedad de la situación.
Impacto masivo en regiones clave de Ucrania
Según las autoridades, los cortes afectan severamente a regiones como Lviv, donde más de 523,000 clientes están sin luz, además de 280,000 en Rivne y 215,000 en Volyn. Estos apagones afectan tanto a áreas urbanas como rurales, complicando aún más la vida cotidiana de los ciudadanos.
El jefe de gabinete de Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania, afirmó que Rusia continúa con «tácticas de terror, buscando sumergir a los civiles ucranianos en la oscuridad y privarlos de calefacción durante los meses más fríos del año».
Preocupaciones internacionales sobre el ataque ruso al sistema energético
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtieron que, si los ataques rusos contra la red eléctrica ucraniana persisten, este invierno podría convertirse en “el más duro desde el inicio de la guerra”. Este escenario pone en peligro la vida de millones de personas, quienes enfrentan temperaturas extremas sin acceso a calefacción ni servicios básicos.
Con esta última ofensiva, el ataque ruso que deja a más de un millón de hogares sin electricidad representa uno de los mayores desafíos para Ucrania en medio del conflicto, evidenciando la devastación de la infraestructura civil y la creciente crisis humanitaria.