Torres un año Chubut. Mañana martes 10 de diciembre, Ignacio Torres estará encabezando actividades para recordar su primer año de gestión como Gobernador de su provincia. Aunque para ser exactos, por esas cuestiones de agenda adaptada juró un 9 de diciembre. En enero de este 2024, CB Consultora publicaba su ya tradicional trabajo de medición de imagen de los mandatarios en cada uno de sus distritos; el chubutense tenía por entonces una aceptación del 55,3%, algo lógico para un gobernador recién asumido. Lo interesante vino después, cuando en el desarrollo de su Gobierno ese número no paró de crecer.
¿Por qué Nacho Torres llegó a ser el Gobernador con mayor imagen positiva en junio y a partir de marzo no dejó nunca el podio de los tres primeros? Podrían enumerarse distintos factores, incluso ajenos a sus propios méritos: una oposición desorientada, bloques legislativos que no terminan de armarse (o desarmarse). Pero en marzo, sobre todo, y con el andar de los meses, hubo un factor que pudo haber sido determinante en una provincia con poco menos de una década sumida en una catástrofe educativa: hubo clases con normalidad.
Ese dato hoy podría parecer insignificante para quien no conozca la historia reciente de Chubut y la condena a un semi-analfabetismo a una generación, profundizada por la pandemia en el medio. Pero nunca está de más recordar que un chico que entró a primer grado en 2016 en la escuela pública de nuestra provincia, sólo transcurrió ese año con relativa normalidad en la escuela. Nunca más, hasta el sexto grado, tuvo más de tres veces continuo de clases. Es cierto que este 2024 también hubo inconvenientes edilicios en algunos establecimientos; ya hay instrucciones para trabajar en eso antes de iniciar el próximo ciclo lectivo. Como también hay que decir que la mayoría de los gremios aportaron su compromiso a sabiendas que no se podía seguir condenando a los chicos a una situación irreversible.
Gestión e imagen positiva sostenida
Cuando en enero CB Consultora publicaba su trabajo de diciembre con un Ignacio Torres con 55,3% de imagen positiva, lo ubicaba en el puesto14 de entre 24 mandatarios. Para febrero ya lo ubicaba en el octavo lugar. Para marzo, el gobernador de Chubut era el cuarto mejor posicionado entre sus pares en cuanto a imagen positiva, lugar que repitió en abril. Ya en mayo, entró en la calificación de ser el tercer mandatario provincial con mejor imagen y sólo en el informe de septiembre bajó de podio para ubicarse cuarto. En el medio, estuvo tres meses consecutivos en el segundo lugar.
En octubre llegó al puesto 1 con una fuerte suba en su imagen positiva para los chubutenses. Noviembre y diciembre en el segundo lugar, pero siempre por encima del 61% de aprobación. En definitiva, de los doce meses de 2024, en siete Torres integró el top 3, superado solo por los gobernadores de Santa Fe, La Pampa, Chaco, Tucumán o Misiones.
Una Legislatura que acompaña
Entre los motivos que aportaron a ese sostenimiento de la imagen de Torres entre los chubutenses, se debe anotar el aporte legislativo, con un vicegobernador Gustavo Menna proactivo, que ya logró más horas de deliberación en la Cámara que en los cuatro años anteriores.
Pero también deber haber un reconocimiento a la oposición que, como pocas veces, se vio comprometida en facilitar herramientas que el Gobierno consideraba necesarias. Acompañó proyectos y realizó aportes. A partir del próximo período de sesiones la situación puede ser distinta, sobre todo en un año electoral. No debería sorprender una nueva conformación en cuanto a bloques opositores más duros y algún grupo más dialoguista. El peronismo y el Frente Renovador (hoy conforman la bancada Arriba Chubut) deberán ordenarse internamente.
El jueves 19 la Legislatura tendrá su última sesión ordinaria del año, es altamente probable que para entonces se discuta el presupuesto 2025. Es un hecho que habrá convocatoria a extraordinarias para febrero donde se vendrá otra batería de proyectos considerados indispensables por el Gobierno: Agencia Provincial de Recaudación y creación de la Empresa Provincial de Energía serán los principales.
Pero, además, el propio Menna adelantó la semana pasada en el programa Sin Hilo, por Canal 12, que seguramente para febrero el Ejecutivo enviará a la Legislatura otro proyecto que sí tendrá impacto en la opinión pública, y es el que pretende eliminar los fueros a políticos y sindicalistas. Se necesitará una mayoría especial para reformar dos artículos de la Constitución Provincial, y luego hacer un referéndum en las elecciones legislativas de octubre.
Es sólo sentido común ¿Puede la mayoría del electorado estar en contra que funcionarios públicos y sindicalistas dejen de estar protegidos por los fueros dándoles inmunidad de arresto y allanamiento? Su eliminación incluía a miembros del Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, además de dirigentes sindicales y autoridades municipales.
Si pasa la mayoría especial de los dos tercios de la Cámara, la eliminación de los fueros llegará a un referéndum por sí o por no en las elecciones de octubre, cuando los chubutenses renovemos dos diputados nacionales. Aunque la elección será en una boleta separada, puede significar una suerte de arrastre importante para los candidatos del gobernador Torres.
Administración y regularidad
“Hemos desactivado la bomba financiera”, dijo hasta el hartazgo Ignacio Torres al recordar la deuda heredada y el cumplimiento de pagos que le tocó afrontar a su administración. “Voy a terminar mi gestión dejando a la provincia totalmente desendeudada”, llegó a afirmar el gobernador, aunque aún queda mucho camino por recorrer.
Lo cierto es que se alcanzó regularidad no solo en el pago de acreencias, sino también en cuanto a sueldos, sin tener mayores conflictos con gremios estatales. De todos modos, fuentes del Ministerio de Economía han dejado trascender que ya se trabaja en una ingeniería específica para la primera parte del 2025, cuya proyección marca números menos holgados para el funcionamiento del Estado.
Hay expectativa en cuanto a lo que pueda significar la nueva Agencia Provincial de Recaudación, pero al mismo tiempo suscita incertidumbre la dureza de un Gobierno Nacional que muchas veces se muestra imprevisible y extremadamente rígido para reconocer un reparto equitativo.
A lo largo de este primer año de gestión, los gobernadores y funcionarios provinciales han padecido el desgaste que implicó negociar con la gestión de Javier Milei. Y para colmo, las cuestiones de salud que aquejan al ministro del Interior, Guillermo Francos, amenazan con la salida del funcionario más político y abierto al diálogo que tiene el Presidente, y Nacho Torres lo sabe.
Mientras tanto, el chubutense se armado una agenda en un plan de seducción de inversiones. Como ya detallamos en este espacio, hubo rueda con empresarios, embajadores y, en definitiva, potenciales inversores. La mirada sobre todo está puesta en energías renovables e hidrógeno verde, que hacia donde miran europeos y asiáticos. Pero también en materia turística en el ámbito de la pesca. La idea es brindar facilidades y previsibilidad para que lleguen las inversiones reales.
Este 10 de diciembre será día de balances, incluso hasta de algún festejo por lo realizado, pero también hay conciencia en el Gobierno Provincial que la vorágine de la gestión no da tregua. Pasó un año, hubo logros importantes, pero queda mucho camino por delante y varias cuestiones que atender.