Gobierno interviene Hospital Bonaparte
El Gobierno dispuso la intervención del Hospital Laura Bonaparte para “asegurar el normal funcionamiento y la continuidad de los servicios y tratamientos”, según informó hoy. Esta decisión se da un día antes de que arranque una mesa de trabajo acordada la semana pasada entre el Ministerio de Salud y uno de los gremios que nuclea a empleados del Estado.
“La medida forma parte del plan de reestructuración que avanzó con la readecuación de la dotación del hospital sin modificar las funciones que se realizaban en la institución y siempre con el objetivo de que la atención de los pacientes esté asegurada”, comunicó la cartera sanitaria a través de la red social X.
El Bonaparte, que está ubicado en el barrio porteño de Parque Patricios, es un centro especializado en servicios de salud mental y adicciones. El interventor designado es Mariano Pirozzo, según publicó LA NACIÓN.
La semana pasada, entre los 1400 contratos que Salud anunció que no renovará, hay unas doscientas notificaciones enviadas a personal de ese hospital. “Responden a la sobredotación que había en el Bonaparte –argumentó el ministerio–: 326 de sus empleados ingresaron durante el gobierno de Alberto Fernández. Para los servicios de guardia e internación había 109 empleados con 55 camas y solo 19 ocupadas, en promedio, por mes. Hay 38 consultorios externos que atendía, en promedio, cinco consultas diarias.”
Pirozzo, es neurocirujano y se desempeñaba como director de Atención Médica y Tratamiento de otro hospital nacional, el Baldomero Sommer. Asumirá esta tarde su nuevo puesto, en lugar de Christian Baldino, que se había tomado vacaciones en medio de un conflicto que arrastra el hospital desde el año pasado. En el lugar, personal y delegados gremiales sostienen que el Gobierno quiere cerrar el Bonaparte. En Salud, afirman que, como está, funciona mal, de manera ineficiente.
“Por la cantidad de camas que tiene y de consultas que atiende, si lo contrata IOMA [la obra social de la provincia de Buenos Aires] sale $108 millones por mes y si lo hace una obra social, alrededor de $250 millones. Si lo contrata OSDE, costaría $340 millones y, en forma privada, $650 millones”, había dicho el ministro de Salud, Mario Lugones, en octubre pasado, durante en un debate abierto sobre la crisis del sistema sanitario. “¿Saben cuánto cobran por mes? –preguntó, entonces, en alusión al presupuesto del Bonaparte–. $1600 millones. Hay gente que se está llevando la plata y no son los médicos ni los enfermeros. El dinero está, pero no donde la están buscando. Está en otro lado.”