Irán misil balístico. El régimen de Irán presentó el domingo un nuevo misil balístico con capacidad para alcanzar objetivos a 1.700 kilómetros de distancia, en su más reciente demostración de poderío militar que se produce en medio de crecientes tensiones con Occidente y mientras el país continúa expandiendo su arsenal de armas avanzadas.
El misil, denominado Etemad (“confianza” en persa), fue presentado durante una ceremonia en Teherán a la que asistió el presidente Masoud Pezeshkian. Con 16 metros de longitud y 1,25 metros de diámetro, el proyectil está equipado con una ojiva guiada y representa un significativo avance en las capacidades militares iraníes.
“El desarrollo de las capacidades de defensa y de las tecnologías espaciales tiene como objetivo garantizar que ningún país se atreva a atacar el territorio iraní”, declaró Pezeshkian durante la ceremonia, que fue transmitida por la televisión estatal.
Durante el acto, Irán también mostró por primera vez la nueva generación de su sistema de defensa aérea Bavar 373, que representa una mejora significativa respecto a versiones anteriores al contar con un radar de seguimiento que opera de forma independiente, sin necesidad de depender de un radar central para interceptar y destruir objetivos.
La presentación del Etemad y el Bavar 373 coincide con una serie de demostraciones militares que Irán ha realizado en las últimas semanas. El sábado, la Fuerza Naval de la Guardia Revolucionaria iraní reveló una nueva base subterránea de misiles de crucero, la tercera instalación de este tipo presentada en lo que va del año. Esta base, ubicada en la costa sur del país, alberga misiles diseñados específicamente para contrarrestar las capacidades de guerra electrónica de buques enemigos.
Mientras tanto, Teherán ha expresado su disposición para reanudar las negociaciones sobre su programa nuclear, un tema que ha sido fuente de tensiones con Occidente durante décadas.
Pérdida de influencia en Siria
Al mismo tiempo, la demostración militar iraní coincide con nuevas señales de un posible cambio en el equilibrio de poder regional. El domingo, el presidente interino de Siria, Ahmad al-Sharaa, realizó su primera visita oficial al extranjero, eligiendo Arabia Saudita como destino, en lo que los analistas interpretan como un posible distanciamiento de Damasco respecto a Irán, su principal aliado regional durante años. Al-Sharaa, quien viajó a Riad junto con su ministro de Asuntos Exteriores, Asaad al-Shaibani, tiene previsto reunirse con el príncipe heredero Mohammed bin Salman.
Este acercamiento diplomático podría representar un revés para la influencia de Teherán en la región, particularmente en Siria, donde Irán ha mantenido una presencia significativa como parte de su autodenominado “Eje de la Resistencia”.