Tras la incertidumbre que generó el Fondo Monetario Internacional (FMI) al no ratificar el monto del acuerdo que había anunciado el ministro de Economía, Luis Caputo, este viernes la vocera del organismo, Julie Kozack, ratificó que el entendimiento es de US$20.000 millones, que están a la espera de la aprobación del directorio, según publicó TN.
Sin embargo, tanto el jueves, día del anuncio de Caputo, como el viernes, que llegó la ratificación oficial del FMI, los dólares paralelos se mantuvieron al alza, aumentó el riesgo país y el Banco Central siguió vendiendo reservas por décima rueda consecutiva.
Según las consultoras del mercado, esto se debe a que el acuerdo no despeja dos preguntas fundamentales: cuál será la política cambiaria, o si sigue la devaluación por goteo, o crawling peg, al 1% mensual.
Por otro lado, cuál es el cronograma de desembolsos y particularmente qué magnitud tendrá el primer envío, para saber cuál será el verdadero poder de fuego del Banco Central. Aunque se sepa que los dólares serán de “libre disponibilidad”, no está claro cuándo estarán en las arcas del organismo que encabeza Santiago Bausili.
Dudas sobre la política cambiaria
Después de evadir el tema o asegurar que se trata de un asunto confidencial, quien dio mayores precisiones sobre qué puede pasar con el dólar fue Federico Furiase, director del Banco Central y uno de los economistas de mayor confianza de Caputo: “No habrá cambios en la política cambiaria hasta que el equipo económico no esté seguro”, aseguró en una entrevista televisiva.
Sobre este punto, desde la consultora Invecq plantearon: “¿Esto es suficiente para acumular reservas o igualmente se necesita un ajuste en el esquema cambiario? El equipo económico cree lo primero: no se están acumulando reservas internacionales (cayeron US$5750 millones vs. el 27/12/24) porque el Tesoro ha tenido que afrontar el pago de vencimientos de deuda en dólares, sin tener acceso al mercado”.
De todos modos, también aseguraron que no fue la explicación para este último mes: “Las reservas cayeron US$2342 millones, el Banco Central vendió US$1252 millones en el MULC, y solo hubo pagos a organismos internacionales por US$331 millones (hasta el 25 de marzo)”.
Nuevamente, la mayor claridad vinculada a este tema la dio Furiase: “Es de esperar que gran parte de esos US$20.000 millones sean enviados en el desembolso inicial”, afirmó en una entrevista. Pese a esta definición, el mercado cree otra cosa, según afirmó GMA: “De creer que el programa implicaría un desembolso total inmediato, los bonos hard dollar sin dudas habrían reaccionado fuerte y sostenidamente al alza, algo que no vimos en las pantallas”.
Por otro lado, la vocera del FMI, Julie Kozack, puntualizó que sí existirá un cronograma de desembolsos, lo cual condice más con la historia de los acuerdos de Facilidades Extendidas (EFF). Restaría por definir entonces qué tan elevado será ese primer monto, y si el organismo tendrá un trato especial para con este Gobierno.
Incertidumbre sobre el cronograma de desembolsos
Según la consultora 1816, de los 311 programas aprobados por el FMI desde 2000, en el 59% de los casos el primer desembolso fue inferior al 20% del monto total del programa. La muestra se extiende a casi un 92% si hablamos de un primer desembolso menor al 50% del monto total.
Para el caso argentino, los dos últimos acuerdos de facilidades extendidas concretados tuvieron un desembolso promedio del 20%. Para el programa actual serían US$4000 millones. La importancia del cronograma de desembolsos radica en que, por más que el Gobierno hable de dólares de “libre disponibilidad”, el verdadero poder de fuego se verá en los plazos de llegada del préstamo.
Una definición que generó dudas fue la de José Luis Espert, diputado de La Libertad Avanza, quien confirmó en una entrevista los US$20.000 millones, pero dijo que se desembolsarían “a lo largo de 4 años” y serían brutos: US$6000 millones de libre disponibilidad y US$14.000 millones para afrontar los compromisos de los próximos cuatro años con el organismo.
Además, se está negociando un paquete por US$4000 millones con el BID, el Banco Mundial y la CAF. Es decir, “fondos frescos” por US$10.000 millones. Pero si fuera de esta manera, ¿cómo treparían a US$50.000 millones las reservas internacionales, como afirmó Caputo?, se preguntan en el mercado.
¿Cómo se van a pagar los US$14.000 millones que hay que devolverle al FMI en los próximos 4 años? Según Invecq, el Gobierno confía en recibir una cifra considerable como primer desembolso, apenas aprobado el acuerdo por el directorio del organismo, y el resto en el corto plazo, sujeto a cumplir las metas.
“Dado el orden fiscal, la inyección de divisas se traduciría en una baja del riesgo país, a un nivel que permitiría volver a colocar deuda en los mercados internacionales. De esta manera, se refinanciarían los vencimientos del anterior EFF con acceso al mercado de crédito”, detallaron. En caso de tener los préstamos calzados a los vencimientos, Fernando Morra, exviceministro de Economía de Martín Guzmán, consideró: “Es un soft programme para la incertidumbre que maneja el mercado”.
En esa línea, desde Econviews, la consultora de Miguel Kiguel, analizaron: “Lo que está confirmado es que el acuerdo será por US$20.000 millones, según Caputo y el FMI. Lo que no está claro es cuánto de eso llegará este año. El decreto sugiere cuatro años de gracia, cubriendo vencimientos por unos US$14.000 millones, lo que dejaría solo US$6000 millones de fondos frescos. ¿Alcanza para calmar al mercado? Parece poco, sobre todo porque las expectativas eran más ambiciosas”.
Volatilidad en perspectiva
De todos modos, hay que poner la volatilidad en perspectiva, aclararon desde GMA. Con respecto a los dólares financieros, luego de comenzar la semana cerca de $1250 y sufrir algo de presión compradora, el “contado con liqui” logró estabilizarse alrededor de $1300.
Por su parte, en los últimos tres días el volumen operado de AL30 y GD30 promedió US$80 millones. Este nivel se encuentra por debajo de los US$93 millones de la semana previa, “lo que indicaría aguas más calmas en este frente”, analizó la consultora.
Para GMA, aunque el recalentamiento de la brecha ha llevado a ubicarse en torno al 20%, lo cierto es que el tipo de cambio financiero se encuentra muy lejos de niveles de estrés. Desde mediados de diciembre, el CCL, en términos reales, subió un 16% y se mantiene cercano a valores de mediados de 2018.
La lupa en las reservas
Más allá de la volatilidad del dólar, la lupa está en las reservas. En diez ruedas, el Banco Central acumuló ventas por US$1637 millones, la mayor volatilidad registrada desde las elecciones de 2019, con la diferencia de que ahora hay cepo.
Las reservas pasaron de US$28.088 millones a US$25.775 millones (-2313 millones). Es el menor nivel de reservas brutas en 14 meses.
Con el dato de ventas del viernes cierra el peor mes de intervención cambiaria en el mercado oficial de cambios desde marzo de 2023, según Aurum Valores.
El viernes se pagaron U$S120 millones al Club de Paris. “Hubo importaciones, pagos y acomodamiento de posiciones de bancos de fin de mes”, comentaron fuentes con conocimiento a la dinámica del Banco Central.