Inversión minera Argentina 2026. La proyección de las autoridades argentinas indica que la inversión extranjera directa en la industria minera treparía a US$ 1388 millones este año y a US$ 7510 millones en 2026, un 441% más de la mano del cobre y el litio.
Como consecuencia de esas mayores inversiones, apuntaladas por el RIGI, las exportaciones mineras, que el año pasado sumaron US$ 4669 millones, en 2026 llegarían a US$ 6000, en 2030 se dispararían a US$ 19.200 millones y durante los cinco años siguientes, entre 2031 y 2035, promediarían un valor cercano a los US$ 25.000 millones anuales.
El gobierno nacional prevé que la inversión extranjera directa en la industria minera trepe a US$ 1388 millones este año y a US$ 7510 millones en 2026, un 441% más de la mano del cobre y el litio. Como consecuencia de esas mayores inversiones, apuntaladas por el RIGI, proyecta además que las exportaciones se quintuplicarán en los próximos diez años.
La información la preparó en un informe el sitio Econo Journal dando cuenta que la proyección de inversiones se realizó en base a los anuncios públicos y el Capex (Capital Expenditure) estimado por las empresas que operan en el país.
El Capex contempla la inversión en bienes de capital como maquinaria, equipos, infraestructuras y tecnología.
Luego del pico de 2026
Luego del pico de US$ 7510 millones de inversión que se alcanzaría en 2026 los desembolsos se mantendrían cerca de esa cifra durante los siguientes dos años con US$ 6664 millones en 2027 y US$ 7029 millones en 2028.
En 2029 bajaría a US$ 4501 millones, en 2030 a US$ 2360 millones y en 2031 caería a US$ 750 millones, por debajo del valor proyectado para 2025.
“Durante el período analizado, se estima que 8 proyectos de cobre iniciarán producción y se construirán y/o ampliarán 15 proyectos de litio”, destacó el gobierno en uno de los documentos elaborados por la secretaría de Minería para la Prospectors & Developers Association of Canada (PDAC) que se realizó en Toronto.
El material está disponible en una web diseñada especialmente para ese evento con información de las provincias y de la nación. Las presentaciones del gobierno se pueden encontrar en la carpeta Federal Presentation.
Otro de los supuestos para realizar las estimaciones es que la construcción de un proyecto de cobre demanda 3 años y la de un proyecto de litio dos años.
Proyecciones
Como consecuencia de esas mayores inversiones, el gobierno proyecta además un boom exportador en la industria minera. En 2024 el sector exportó por US$ 4669 millones, pero la estimación oficial es que esa cifra se quintuplicará durante los próximos diez años, publicó Minería y Desarrollo. De hecho, se espera que las exportaciones de litio aumenten 8 veces en los próximos 5 años.
Este año treparían a US$ 4900 millones, levemente por encima del valor de 2024. En 2026 llegarían a US$ 6000, en 2027 a US$ 6600, en 2028 a US$ 8600 y en 2029 a US$ 13.900 millones, ya con un aporte de US$ 3000 millones por parte del cobre. En 2030 esas exportaciones se dispararían a US$ 19.200 millones y durante los cinco años siguientes, entre 2031 y 2035, promediarían un valor cercano a los US$ 25.000 millones anuales.
Las ventajas del RIGI
Este auge de las inversiones y las exportaciones mineras se supone que vendrá de la mano del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), al que varias empresas ya aplicaron. No obstante, el propio gobierno recordó en uno de los documentos que las cobranzas por concepto de exportaciones de productos de todo aquel proyecto amparado por el RIGI, realizadas por el Vehículo de Proyecto Único (VPU), estarán exentas de la obligación de ingreso y liquidación en el mercado cambiario de modo creciente.
El VPU es una entidad creada con el propósito exclusivo de desarrollar el proyecto que califique como “gran inversión”. En este caso, todos aquellos que superen los US$ 200 millones. El objetivo del VPU es que sirva para aislar las actividades y activos específicos del proyecto, garantizando una gestión más eficiente y transparente ya que de ese modo se facilitan el control y seguimiento por parte de las autoridades.
Luego de dos años de la fecha de implementación del VPU la disponibilidad de las divisas será del 20%, luego de tres años trepará al 40% y luego de cuatro años será del 100%. A su vez, en el caso de Inversiones Estratégicas de Largo Plazo, aquellas que superen los US$ 2000 millones de inversión, estos plazos se acortan en un año cada uno.
La tasa del Impuesto a las Ganancias aplicable a los VPU será del 25%, contra una tasa general del 35%, mientras que los beneficios netos provenientes de dividendos se seguirán gravando con una tasa del 7%, pero después de siete años de haberse unido al RIGI se reducirán a la mitad.
En el caso del IVA, las empresas podrán utilizar los certificados de crédito fiscal para pagar el impuesto en las facturas de los proveedores o directamente a la Agencia de Control de Ingresos y Aduanas (ARCA) cuando importen bienes.
El RIGI garantiza además que los derechos, protecciones e incentivos previstos bajo el régimen se mantendrán estables durante 30 años y, en caso de que surja algún conflicto, le otorga a la empresa la posibilidad de elegir el tribunal dentro de un abanico de tres opciones: a) Reglas de arbitraje de la CPA de 2012; b) Reglas de arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (excepto las Reglas de procedimiento acelerado), o; c) Convenio Internacional sobre Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) entre Estados y nacionales de otros Estados del 18 de marzo de 1965 o, en su caso, el Reglamento de Arbitraje del CIADI.