Santa Cruz apuesta por el vino, con una inversión de más de 3 millones de dólares para cultivar 12.000 parras en Lago Posadas.
Vitivinicultura en Patagonia. En un movimiento estratégico para diversificar su economía, Santa Cruz da un paso audaz hacia la vitivinicultura con un proyecto ambicioso en Lago Posadas. El gobernador Claudio Vidal anunció la llegada de 12.000 parras desde Mendoza, divididas en dos etapas de 6.000 plantas cada una, para cultivar seis variedades de uva: Syrah, Malbec, Gewurztraminer, Merlot, Chardonnay y Sauvignon Blanc. De acuerdo con Más Producción.
“Hoy, más que nunca, la verdadera independencia que reclama nuestra gente es la económica. La que se logra cuando producimos, cuando generamos empleo, cuando volvemos a confiar en el trabajo como motor de desarrollo. Me comprometí a que antes de fin de año comience en esta localidad un proyecto productivo con parras, retomando una tradición agrícola que fue orgullo de esta zona. Porque donde hay producción, hay oportunidades. Y donde hay oportunidades, hay arraigo y futuro”, dijo el funcionario en las celebraciones del Dia de la Independencia.
Esta iniciativa, que abarca 12 hectáreas ya preparadas, no solo busca generar una nueva fuente de ingresos a través de la producción de vinos, sino también posicionar a la región como un destino turístico emergente.
Santa Cruz invierte en infraestructura clave para su polo vitivinícola
El proyecto, con una inversión superior a los 3 millones de dólares, incluye infraestructura clave como sistemas de riego por goteo y aspersión, un reservorio de agua, maquinaria especializada y un galpón para la sala de máquinas.
Además, se han plantado sauces y álamos para apoyar la forestación del área. Según Vidal, esta apuesta no solo impulsa la producción local, sino que refuerza la “cultura del trabajo” y abre oportunidades para el turismo enológico, un sector en auge que combina experiencias culturales con el atractivo de los viñedos.
El antecedente en Caleta Olivia, donde se produjo el primer vino espumante “Del Golfo” con uvas criollas, demuestra el potencial de Santa Cruz para innovar en este mercado. Con 150 familias capacitadas y una muestra piloto registrada ante el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la región ya dio sus primeros pasos. La visión a futuro incluye la creación de una bodega modelo en Caleta Olivia para producir vinos de manera local, lo que podría consolidar a Santa Cruz como un nuevo polo vitivinícola en Argentina.
Impacto económico y perspectivas
Este proyecto representa una oportunidad para diversificar la matriz productiva de Santa Cruz, tradicionalmente centrada en la minería y el petróleo. La vitivinicultura no solo generará empleo directo en la producción y mantenimiento de los viñedos, sino que también estimulará sectores asociados como el turismo, la gastronomía y la logística.
La llegada de las primeras 6.000 parras en septiembre marca el inicio de una transformación que podría atraer inversores y posicionar a la provincia en el competitivo mercado del vino argentino, liderado históricamente por Mendoza. Con un enfoque en la sostenibilidad y la calidad, Santa Cruz busca captar la atención de consumidores nacionales e internacionales, siguiendo el éxito de regiones como el Valle de Uco.
En un contexto donde la demanda global de vinos premium crece, esta iniciativa podría generar divisas y fortalecer la economía local. La combinación de producción agrícola y turismo enológico promete ser un motor de desarrollo, con el potencial de replicar el modelo de éxito de otras regiones vitivinícolas argentinas.