La actividad en el Aeropuerto General Mosconi fue interrumpida este sábado tras una amenaza de bomba realizada por una pasajera en el sector de preembarque. El protocolo de seguridad obligó a la evacuación total de la terminal y al control de un bolso de mano, que finalmente descartó la presencia de artefactos explosivos.
El incidente, ocurrido durante la tarde del sábado 7 de diciembre, se originó cuando una mujer que se encontraba con su hija y esperaba para abordar un vuelo con destino a Aeroparque, aseguró llevar un artefacto explosivo en su equipaje de mano. La información fue confirmada por fuentes oficiales consultadas por el medio.
La situación generó una inmediata intervención de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), el organismo nacional encargado de resguardar la seguridad interior en el ámbito aeroportuario. Según el procedimiento estándar, se activó el protocolo para amenazas de bomba, que incluye la delimitación de un perímetro de seguridad.
La evacuación y el operativo de control
El procedimiento de seguridad se ejecutó de manera inmediata. Por los altoparlantes del aeropuerto se escuchó el aviso: “Atención por favor. Aeropuertos Argentinos solicita a los pasajeros y al público en general desalojar el área con sus efectos personales. Sigan las señales de emergencia y las indicaciones del personal del aeropuerto”.
El mensaje se repitió mientras el personal guiaba la salida ordenada de todas las personas que se encontraban en el sector de preembarque de vuelos nacionales. La evacuación no solo incluyó a los pasajeros en espera, sino también a los trabajadores del aeropuerto, como exige el protocolo para garantizar que no quedara nadie en la zona de riesgo.
Paralelamente, un área de seguridad de cien metros fue acordonada alrededor del punto señalado. El equipo GEDEX, especializado en peritajes de explosivos, se hizo cargo de la situación. Tras verificar que la mujer no tenía equipaje despachado, se centró en el examen del bolso de mano que había motivado la alerta.
Vuelos detenidos y normalización de la actividad
La interrupción paralizó completamente el aeropuerto durante 40 minutos. Un avión proveniente de Córdoba aterrizó en pleno incidente y, ya en tierra, tuvo que quedarse detenido en un área específica. Sus pasajeros permanecieron a bordo mientras las autoridades no liberaron la zona.
Tras una revisión exhaustiva, los técnicos confirmaron que no había ningún artefacto peligroso. Una vez finalizado el protocolo de seguridad, la PSA permitió que las personas volvieran a ingresar. Así, la terminal reanudó su actividad habitual y los vuelos comenzaron a operar con normalidad.
Acciones judiciales posteriores
Una vez descartada la amenaza material, el caso pasó a la órbita judicial. La Unidad Fiscal de Comodoro Rivadavia dispuso la requisa de las pertenencias de la pasajera y el inicio de las actuaciones correspondientes por la falsa alarma, que derivó en la paralización de un servicio público esencial.
La PSA mantuvo la custodia del área hasta la total normalización de las operaciones. Este tipo de incidentes pone a prueba los protocolos de seguridad aeroportuaria, que en esta ocasión se aplicaron para proteger a pasajeros, trabajadores e infraestructura, siguiendo estándares internacionales que buscan prevenir actos de interferencia ilícita. Información extraída del medio La17.




