El Gobierno Nacional decidió aceptar ensayos y certificaciones emitidos por organismos técnicos internacionales para siete categorías de productos de consumo, eliminando la obligación de repetir controles ya realizados en el país.
La disposición busca reducir trámites y costos, facilitando la llegada de productos importados y potenciando la competencia en el mercado local. Sin embargo, sectores industriales advierten sobre posibles impactos en la producción y el empleo. Según A24, la medida incluye productos como juguetes, muebles, bicicletas infantiles y encendedores.
Los productos alcanzados y los cambios en los requisitos
La resolución de la Secretaría de Industria y Comercio alcanza a encendedores, anteojos de sol, bicicletas de uso infantil, juguetes, tableros de fibras y partículas de madera, y muebles fabricados con estos tableros.
“Esta medida elimina más de 12 mil trámites burocráticos por año y reduce costos innecesarios, lo que impulsa una mayor oferta de productos y fomenta la competencia”, explicó el comunicado oficial del Gobierno.
Hasta ahora, era obligatorio repetir las pruebas y certificaciones técnicas ya efectuadas en el extranjero, lo que generaba demoras y gastos adicionales. El nuevo esquema habilita a organismos nacionales o extranjeros acreditados por el Organismo Argentino de Acreditación o por entidades homologadas en acuerdos multilaterales a emitir certificados válidos para el mercado local.
Preocupación en sectores productivos por la apertura técnica a importaciones
Si bien la disposición incorpora normas internacionales ISO, EN y ASTM, actualizando exigencias técnicas que en algunos casos no se modificaban desde hace más de veinte años, algunos sectores industriales expresaron su alerta.
“Esta flexibilización de requisitos técnicos puede favorecer el ingreso de artículos más baratos del exterior, generando un desplazamiento de la industria nacional en ciertos segmentos”, señalaron fuentes del sector a A24.
El Ministerio de Economía explicó que la resolución también contempla cambios en las Normas y Procedimientos de Control Metrológico, aceptando certificaciones del Organismo Internacional de Metrología Legal (OIML) para balanzas, termómetros, medidores de agua y surtidores de combustible. Esto agiliza verificaciones iniciales mediante la aceptación de ensayos internacionales.
Desde el Gobierno, se argumenta que aceptar certificaciones del exterior “promueve la eficiencia y la competitividad del mercado interno”. Sin embargo, cámaras empresarias destacan la necesidad de reforzar la fiscalización en frontera para garantizar que los productos cumplan efectivamente las normas de seguridad y evitar prácticas de competencia desleal.