El Atlántico Sur volvió a entregar imágenes extraordinarias gracias al trabajo del buque científico Falkor (too) y del robot submarino SuBastian, que descendió en aguas uruguayas hasta superar los mil metros de profundidad.
La misión, bautizada Uruguay Sub 200, permitió transmitir por primera vez en ultra alta definición escenas del fondo marino en el Cañón del Río de la Plata, un territorio prácticamente desconocido que ahora se revela ante los ojos de la ciencia y del público.
Una estrella de mar con patas y otras especies inéditas captadas a más de mil metros en Uruguay
De acuerdo con LU17. Entre los hallazgos que despertaron mayor asombro figura una estrella de mar que, con miles de diminutos tubos y ventosas, se desplazó lentamente en el lecho oceánico, un espectáculo inédito para las cámaras y casi invisible para el ojo humano.
El regreso del Falkor (too) se produjo tras reparar una avería en uno de sus dispositivos esenciales, y de inmediato la expedición retomó las transmisiones en vivo desde Montevideo.
Durante más de siete horas, la audiencia pudo seguir en tiempo real la inmersión número 829 de SuBastian, que alcanzó los 1.141 metros de profundidad en condiciones extremas: temperaturas inferiores a tres grados y ausencia total de luz solar.
En ese entorno, la ciencia pudo registrar especies de gran valor para la investigación y la conservación.
Campaña bajo el mar
La campaña es liderada por la Universidad de la República de Uruguay con apoyo del Schmidt Ocean Institute y la participación de especialistas de Argentina, Chile, Brasil, Alemania y Francia.
El objetivo central es estudiar hábitats marinos considerados en riesgo por el avance del cambio climático y la acción humana, con foco en corales de aguas profundas y comunidades vulnerables a la pesca y a la contaminación.
Los investigadores buscan llegar incluso a los 3.000 metros para ampliar los registros y confirmar la magnitud de la biodiversidad en la zona.
Las cámaras captaron organismos como corales blancos, esponjas y ejemplares de la familia
Astropectinidae, estrellas de mar que se mueven con lentitud pero de manera constante.
También se identificaron corales solitarios del género Flabellum, con forma de cono blanco, y un caracol del grupo Conoidea que puede contener veneno.
Otro hallazgo llamativo fue el de organismos gelatinosos similares a medusas, aunque fijos al sustrato, posiblemente ctenóforos bentónicos.
El registro incluyó además al cangrejo rojo, una especie endémica del sur de Brasil, Uruguay y el norte de Argentina que ya había sido detectada en campañas previas frente a Mar del Plata.
Estrella de mar
La estrella de mar en movimiento se convirtió en la gran protagonista de la jornada. Los investigadores destacaron que estos animales suelen ser estudiados cuando ya están secos o muertos, por lo que observarlos vivos en su ambiente natural representa una oportunidad única para la ciencia.
El lento avance del ejemplar captado en 4K refleja un comportamiento poco documentado y aporta información clave para comprender cómo interactúan con el fondo oceánico en condiciones de presión extrema.
El entorno explorado presenta pendientes suaves y un lecho formado por rocas sedimentarias moldeadas por corrientes submarinas, lo que explica la presencia de comunidades adaptadas a un espacio donde la vida depende de estrategias muy específicas para sobrevivir sin luz.
Los científicos remarcaron que este tipo de escenarios son esenciales para medir el impacto de la actividad humana y diseñar políticas de conservación que permitan preservar ecosistemas frágiles pero fundamentales.
La tecnología de SuBastian fue determinante para lograr estos avances. El vehículo, equipado con cámaras de ultra alta definición y brazos robóticos de precisión, permitió obtener imágenes nítidas y recolectar muestras sin alterar el entorno.
“¡Las primeras imágenes en 4K del fondo marino uruguayo! Voy a llorar y ya vuelvo”, bromeó uno de los científicos a bordo, transmitiendo la emoción que provoca acceder a registros inéditos. Esa mezcla de asombro y entusiasmo se refleja en cada nueva expedición y reafirma la importancia de la divulgación científica abierta.
Expedición Uruguay
La expedición Uruguay Sub 200 se suma a la serie de misiones en el Atlántico Sur que en los últimos años ampliaron el conocimiento sobre la biodiversidad de la región.
El antecedente inmediato fue la campaña en el cañón submarino de Mar del Plata, seguida por millones de personas en vivo, que reveló decenas de especies desconocidas y mostró el potencial de las transmisiones digitales para acercar la ciencia al público masivo.
Ahora, el objetivo es que estas experiencias contribuyan a una mayor conciencia sobre la urgencia de proteger los mares profundos.
Aunque cada descenso entrega avances concretos, los investigadores advierten que la mayor parte de los ecosistemas oceánicos permanece inexplorada.
Cada hallazgo, desde una estrella de mar que camina hasta un coral solitario enterrado en el sedimento, suma datos imprescindibles para comprender la riqueza de las profundidades y, sobre todo, para dimensionar los riesgos que corren si no se fortalecen las medidas de conservación.