La economía argentina transita un escenario de indefinición.
El nerviosismo crece entre empresarios argentinos, que observan con cautela el impacto económico de las elecciones de octubre y advierten un deterioro en la industria, el consumo y la inversión.
Expectativas condicionadas al calendario político
Tras la derrota electoral del oficialismo en la Provincia de Buenos Aires y la volatilidad cambiaria de las últimas semanas, los empresarios redujeron sus proyecciones de crecimiento. La mayoría de las decisiones estratégicas están atadas al resultado de las elecciones de octubre y a las medidas que el Gobierno mantenga o elimine en materia de tasas de interés y esquema cambiario.
Según fuentes consultadas por Ámbito, la incertidumbre política domina las reuniones de la Unión Industrial Argentina (UIA), donde aumentan los reclamos por la caída en la producción. “Primero te preocupás, después ajustás y, finalmente, te empezás a poner nervioso”, expresó un industrial.
Industria golpeada y consumo débil
El panorama es crítico en sectores como calzado, indumentaria y metalurgia. Incluso marcas reconocidas admiten producir bienes de menor calidad para cubrir costos.
En paralelo, el consumo masivo muestra señales débiles: en el primer semestre de 2025 las ventas de alimentos y bebidas crecieron un 4,1% interanual, aunque siguen en niveles históricamente bajos. Mientras alimentos marcan un repunte de +2,2%, en bebidas las ventas cayeron -4,1% interanual. Una empresa de agua embotellada reconoció pérdidas de hasta el 25% en un año.
Importaciones y fábricas en riesgo
La apertura importadora también preocupa al entramado productivo. En Almirante Brown, un funcionario del área de Industria afirmó que “el futuro del país se disputa entre el pasado y fábricas como la que me toca visitar”. Sin embargo, los empresarios consultados señalan caídas en exportaciones, ventas limitadas y la creciente competencia de productos chinos.
En este contexto, dirigentes empresariales denunciaron intentos de acercamiento del oficialismo en busca de financiamiento de campaña. “Se nota cuando la conversación se trata de plata. No estamos para financiar a nadie, menos ahora”, ironizó un representante del sector.
Proyecciones económicas en baja
El economista Haroldo Montagu explicó que la caída en las expectativas impacta directamente en la actividad: “Ese 6% de crecimiento del primer semestre fue un rebote, no un crecimiento genuino”. Para el segundo semestre proyecta un avance menor al 3% anual, lo que llevaría el cierre del año a un 4-4,5%, por debajo de lo estimado por el FMI y la CEPAL.
Además, la recaudación cayó -2,6% en agosto, el peor resultado en nueve años, y los cheques rechazados ya alcanzan niveles críticos. Para Montagu, tras las elecciones de medio término será necesario “un reseteo casi completo del programa económico”.
Reforma laboral en la agenda del Gobierno
Pese al revés electoral en Buenos Aires, el Consejo de Mayo confía en que La Libertad Avanza logre un triunfo en octubre para impulsar la reforma laboral. El objetivo es profundizar el Decreto 70/2023, con el respaldo de algunos sectores sindicales. Sin embargo, los empresarios advierten que, aunque esperan una modernización de las reglas, el proceso podría generar un nuevo foco de conflicto social.
Con empresas en “stand by”, consumo débil e industria golpeada, el sector privado condiciona sus decisiones a lo que ocurra en las elecciones de octubre, mientras la reforma laboral aparece como un eje central del debate.