Las ventas externas de vino argentino muestran un 2025 adverso. La baja acumulada llega al 8,4%, con retrocesos en el fraccionado y a granel, aunque algunos segmentos alternativos logran resistir.
Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), en agosto se exportaron 17,3 millones de litros, lo que representa una caída del 16,3% interanual y un retroceso del 5,1% respecto de julio.
En el acumulado de los primeros ocho meses del año, la baja alcanza el 8,4%. El golpe se siente tanto en el vino fraccionado como en el granel, que mostró una contracción del 11,9%.
Facturación en retroceso
El impacto también se refleja en dólares. Durante agosto ingresaron 60,8 millones, un 16,3% menos que en el mismo mes de 2024. Entre enero y agosto, el total exportado fue de u$s436,2 millones, frente a los u$s473,6 millones del año pasado, lo que marca una caída interanual del 7,9%.
Estrategias para revertir la tendencia
Las bodegas buscan oportunidades para recuperar terreno en la International Bulk Wine Exhibition (IBWE), la feria más importante del sector que se realizará en noviembre en Países Bajos.
Mientras tanto, algunas categorías muestran señales positivas: los envases alternativos como tetra brik y bag-in-box crecieron, destacándose este último con un salto del 172% en lo que va del año, aunque desde niveles aún bajos.
Malbec y diversificación como apuestas
Con el Malbec como estandarte, las bodegas argentinas trabajan en una estrategia de diversificación. El objetivo es conquistar nuevos mercados con varietales como Torrontés, Cabernet Sauvignon y Chardonnay, además de propuestas vinculadas a la producción orgánica y al comercio justo.
Según Radio3, el desafío será sostener la competitividad en un escenario global cada vez más exigente para el vino argentino.
El 2025 plantea un panorama complejo para el sector vitivinícola. Aunque la caída en exportaciones preocupa, la innovación en formatos y la apuesta por la diversidad varietal se presentan como claves para recuperar impulso en los próximos meses.




