Un equipo internacional de científicos descubrió en la Patagonia el fósil de un gran dinosaurio carnívoro, que vivió hace 70 millones de años y cazaba cocodrilos.
En las cercanías del Lago Colhué Huapi, provincia de Chubut, investigadores del CONICET, universidades argentinas y el Museo de Historia Natural Carnegie de Estados Unidos encontraron restos de un dinosaurio desconocido hasta ahora: el Joaquinraptor casali. Según publicaron en la revista Nature Communications, se trata de un megarratórido de gran tamaño que habitó la región poco antes de la extinción masiva del Cretácico.
Restos y características únicas
El esqueleto parcial incluye parte del cráneo, vértebras, costillas y extremidades. Los análisis determinaron que se trataba de un ejemplar adulto de unos 19 años, que habría superado los 1.000 kilos. El fémur hallado mide 685 milímetros y confirma su imponente tamaño.
Una particularidad clave es la presencia de un húmero de cocodrilo dentro de sus mandíbulas, lo que brinda evidencia directa de su dieta depredadora. Según los científicos, este hallazgo es excepcional porque demuestra que los cocodrilos formaban parte de su alimentación.
Un homenaje en su nombre
El nombre Joaquinraptor homenajea al hijo del investigador Lucio Manuel Ibiricu, primer autor del estudio, y al valle donde se encontró el fósil. El epíteto casali reconoce al paleontólogo Gabriel Casal por sus aportes al conocimiento geológico y paleontológico de la región.
La Patagonia, territorio de depredadores
De acuerdo con los especialistas, el Joaquinraptor se ubica entre los megarratóridos más grandes conocidos de la Patagonia. Su hallazgo permite comparar por primera vez huesos clave del cráneo de este grupo, aportando datos inéditos sobre su evolución.
Los resultados indican que estos dinosaurios dominaron como principales depredadores en la Patagonia central y sur, mientras que en el norte sudamericano predominaban los abelisáuridos.
Un aporte clave a la ciencia
El paleontólogo Fernando Novas, consultado por Infobae, destacó que este descubrimiento acerca aún más el registro fósil de los megarratóridos al final de la era de los dinosaurios. Los expertos subrayan que todavía se necesitan nuevas excavaciones para confirmar si estos depredadores formaban una familia única y si los cocodrilos eran parte habitual de su dieta.
El hallazgo del Joaquinraptor casali representa un avance trascendental para entender la diversidad de los depredadores patagónicos y su rol en los últimos años de la Era Mesozoica.