Los jubilados volvieron a movilizarse este miércoles frente al Congreso Nacional para reclamar aumentos en sus haberes y en el bono mensual, en un clima de fuerte tensión social y política.
La manifestación se da inmediatamente después del revés electoral de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, que dejó en evidencia fragilidades en el oficialismo y aceleró cambios en el gabinete.
Desde temprano, el Congreso amaneció vallado y con una fuerte presencia de fuerzas de seguridad, en previsión de posibles incidentes. El recuerdo de anteriores movilizaciones de jubilados, que derivaron en choques y represión policial, marcó la previa de la jornada y encendió las alarmas sobre un nuevo escenario de conflicto.
El reclamo de los jubilados en medio de la crisis
El sector de los jubilados, uno de los más golpeados por las políticas de ajuste del Gobierno, exige un aumento urgente en sus ingresos y en el bono mensual que reciben. “Venimos reclamando hace meses porque no nos alcanza ni para lo básico”, manifestaron algunos de los asistentes a la protesta. La movilización se transforma en una presión directa sobre la Casa Rosada, ya debilitada tras la derrota electoral bonaerense.
Respuesta política y cambios en el gabinete
En paralelo a la protesta, el Gobierno anunció este mismo miércoles la designación de un nuevo ministro del Interior, en lo que se interpreta como un intento de recomponer la gestión y enviar una señal de orden político luego del golpe en las urnas. Sin embargo, la marcha de los jubilados agrega un nuevo frente de conflicto y funciona como un test para medir la capacidad de reacción del oficialismo en un momento clave.
Un test político en las calles
La jornada de protesta es vista como una prueba de fuego: mientras los jubilados ganan visibilidad en las calles, el oficialismo busca recuperar iniciativa y mostrar fortaleza en el Congreso, epicentro de la protesta social y símbolo de la vigilancia gubernamental.
Según informó C5N, la marcha de este miércoles se inscribe dentro de una serie de movilizaciones semanales que vienen intensificándose desde comienzos del año.
La marcha de los jubilados al Congreso se convirtió en un nuevo desafío para el Gobierno de Javier Milei, que intenta recomponer su imagen tras la derrota en Buenos Aires. Con la presión social en aumento y la oposición fortalecida, el conflicto de los haberes jubilatorios promete ser uno de los ejes de tensión política en las próximas semanas.




