Los frutos secos son reconocidos por su alto valor nutricional, pero muchos desconocen la importancia de lavarlos antes de consumirlos.
Este simple paso mejora su digestibilidad, elimina residuos y potencia la absorción de minerales esenciales para el organismo.
Beneficios de lavar los frutos secos
Según la nutricionista Cris Segura, lavar los frutos secos es fundamental por varias razones. Elimina pesticidas, polvo y microorganismos que pueden acumularse durante el almacenamiento y manipulación. Además, reduce la presencia de «antinutrientes» como fitatos y oxalatos, que limitan la absorción de minerales esenciales como hierro, calcio y magnesio. Otro beneficio importante es la activación enzimática: la hidratación despierta procesos biológicos que mejoran la digestión y la asimilación de nutrientes.
Cómo lavarlos correctamente: paso a paso
El proceso es sencillo y no demanda mucho tiempo. Primero, se deben enjuagar en un recipiente con agua fría para eliminar la suciedad superficial. Para mejores resultados, se recomienda dejarlos en remojo con agua filtrada durante 6 a 12 horas, lo que potencia la reducción de antinutrientes. Después del remojo, es crucial escurrirlos bien y secarlos completamente para evitar que absorban humedad. Quienes prefieran una textura más crocante, pueden tostarlos en el horno a 150°C durante 15-20 minutos.
Mejora significativa en la calidad nutricional
Incorporar este hábito simple puede transformar completamente la experiencia de consumir frutos secos. Además de eliminar impurezas, el lavado y remojo activan enzimas naturales que facilitan la digestión y mejoran la tolerancia gastrointestinal. Esto es particularmente beneficioso para personas que experimentan molestias después de consumirlos, permitiéndoles disfrutar de todos sus nutrientes sin inconvenientes. Información extraída del medio C5N.