Minutos antes de reunirse con sus pares en el cónclave de Provincias Unidas, Llaryora fue tajante: «Si vota tanto al kirchnerismo como al mileísmo, está votando a dirigentes de la Capital Federal».
El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, desde Puerto Madryn, encendió la alarma sobre el riesgo que corren las provincias productivas si la agenda nacional sigue concentrada en Buenos Aires. Minutos antes de reunirse con sus pares en el cónclave de Provincias Unidas, Llaryora fue tajante: «Si vota tanto al kirchnerismo como al mileísmo, está votando a dirigentes de la Capital Federal». El mandatario provincial dejó claro que ambos modelos, a su entender, «están agotados» y representan proyectos que solo conducen al desempleo, al subsidio o a los planes sociales, mientras que el interior reclama un proyecto de trabajo, crecimiento y progreso. De acuerdo con LA17.
Llaryora utilizó la emblemática empresa Aluar como termómetro de la crisis: «Una empresa como esta si cierra mañana, el 30% de la ciudad [Puerto Madryn] reduce su actividad». El gobernador cordobés visitó a los sectores industriales, pesqueros, turísticos y mineros de Chubut, insistiendo en que gobernar es generar puestos de trabajo. Sostuvo que la gente «no quiere más dádivas» ni proyectos que «cierren el empleo».
El cordobés se refirió a las consecuencias de una mirada puramente centralista: «Ustedes vieron cómo están las rutas, nosotros sufrimos la falta de infraestructura, el estado de la ruta, la falta de mirada». La pérdida de puestos de trabajo a nivel nacional es «tremenda en este tiempo», y esto ocurre porque «no hay mirada de estrategia para la producción».
El gobernador de Córdoba fue enérgico al pedirle al gobierno central que «escuche al interior» y asuma la «agenda productiva». Criticó el hecho de que «todos los subsidios se lo lleva la Capital Federal» y subrayó que la única manera de que las provincias sean escuchadas «es con voto».
Llaryora agradeció la valentía de sus colegas, como Ignacio Torres, por no dejar pasar la oportunidad de plantear los temas nacionales: «Definimos no dejarla pasar, porque hay una responsabilidad histórica, porque mucha gente en el interior entonces se está quedando sin trabajo». Para el frente de mandatarios, es imperativo «dialogar más» y «dejar de pelearse con todo el mundo». El mensaje final al electorado fue claro: hay «una sola lista que defiende el interior productivo, hay una sola lista federal».