El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha rechazado categóricamente el reciente reconocimiento del Estado de Palestina por parte de Reino Unido, Canadá y Australia, calificándolo como una «recompensa al terrorismo».
En un mensaje difundido por su oficina, Netanyahu afirmó: «No se establecerá un Estado palestino al oeste del río Jordán». La decisión de estos países occidentales ha generado una fuerte reacción en Israel. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel calificó el reconocimiento como «una medida políticamente motivada» y «una recompensa al terrorismo«.
Además, se destacó que esta acción podría complicar los esfuerzos para asegurar la liberación de los 48 rehenes aún en manos de Hamas.
Por otro lado, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, ha acogido con satisfacción el reconocimiento, considerándolo un paso hacia la paz y la coexistencia con Israel. Sin embargo, Netanyahu advirtió que Israel responderá oficialmente a esta decisión tras su regreso de Estados Unidos, donde participará en la Asamblea General de la ONU, según información extraída de Conclusión.
Posibles repercusiones y próximos pasos
Este reconocimiento se produce en un contexto de creciente presión internacional sobre Israel debido a su política en Gaza y la expansión de asentamientos en Cisjordania. Analistas sugieren que la medida busca revitalizar las esperanzas de una solución de dos Estados, aunque algunos advierten que sin acciones concretas, como sanciones o restricciones comerciales, el impacto diplomático podría ser limitado.
Se espera que Netanyahu utilice la Asamblea General de la ONU para presentar una respuesta firme a estos desarrollos diplomáticos, mientras la comunidad internacional observa atentamente los próximos movimientos en este conflicto de larga data.
La decisión de Reino Unido, Canadá y Australia de reconocer al Estado de Palestina marca un punto de inflexión en la diplomacia internacional respecto al conflicto israelí-palestino. La firme respuesta de Israel subraya las tensiones persistentes y plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones internacionales en la región.