Un espectáculo natural que impulsa la economía local.
La Patagonia argentina celebra el retorno de las ballenas Sei a las costas de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, marcando un hito tras décadas de ausencia. Esta especie, en peligro de extinción, vuelve en mayor número, generando interés tanto científico como turístico.
Facundo Niziewicz, especialista en turismo de naturaleza y fauna marina e integrante de Habitantes del Mar, explicó en AM Cumbre 1400 que esta repoblación se debe a la recuperación de la especie tras la caza intensiva del siglo XX.
«Es la más rápida, parece un submarino», describió Niziewicz, comparándola con la ballena franca austral y destacando que puede alcanzar velocidades impresionantes gracias a su forma hidrodinámica.
Migración y alimentación de las ballenas Sei
Entre abril y junio, se estima que 2.700 a 3.000 ejemplares llegan al Golfo San Jorge para alimentarse de langostinos y bogavantes, utilizando pliegues en la mandíbula inferior que forman una “bolsa gigante” para filtrar el agua y retener el alimento.
Los estudios sobre este fenómeno comenzaron hace una década y, desde 2019, científicos como Mariano Coscarella del CENPAT-CONICET y la UNPSJB han liderado investigaciones detalladas. Entre 2024 y 2025, se colocaron rastreadores satelitales en 12 ejemplares, revelando que luego de alimentarse en Chubut, viajan al sur de Brasil para reproducirse.
Esto complementa el ciclo de la ballena franca en Península Valdés, permitiendo que el turismo ballenero en Chubut se extienda a casi todo el año.
Impulso económico y turismo sostenible
El retorno de las ballenas Sei no solo representa un espectáculo natural observable desde la costa, sino también una oportunidad económica para Comodoro Rivadavia, tradicionalmente dependiente del petróleo.
La campaña “Viento a Favor” ya inició excursiones con avistajes desde miradores como Punta del Marqués, un acantilado natural de 165 metros, y se espera el estreno de un documental de 30 minutos, “Sei, la Ballena Desconocida”, producido por Jumara Films para National Geographic a fines de noviembre en Comodoro y otras ciudades.
Según Niziewicz, esta iniciativa fomenta la conservación y genera entusiasmo entre los jóvenes:
«Hay una movida con el CONICET que entusiasmaba a los chicos».
El turismo científico sostenible permite diversificar la economía local y promover la resiliencia marina en un contexto de cambio climático, beneficiando desde Rada Tilly hasta Sarmiento y el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral, según informó Alerta Digital.
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