El ministro de Economía negocia en Washington un nuevo préstamo repo garantizado con derechos especiales de giro del Tesoro estadounidense para pagar bonos y calmar a los mercados.
Luis Caputo, ministro de Economía, negocia la posibilidad de que el Tesoro de Estados Unidos aporte Derechos Especiales de Giro (DEGs) como garantía para un nuevo préstamo repo con bancos privados. El objetivo es demostrar al mercado que Argentina tiene recursos suficientes para afrontar los próximos vencimientos de bonos.
Los DEGs son activos de reserva internacional que el Fondo Monetario Internacional (FMI) distribuye entre sus países miembros para reforzar sus reservas. En este caso, Washington contaría con una gran cantidad disponible, lo que facilitaría la operación.
Fuentes cercanas a las negociaciones en la capital estadounidense confirmaron a La Política Online que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, evalúa la idea de aportar DEGs como colateral de un préstamo de bancos estadounidenses hacia Argentina. Esta maniobra se considera políticamente aceptable en medio de la presión interna que enfrenta el gobierno norteamericano.
Tensión política y presión de los bonistas
El contexto político en Washington es complejo. Bessent soporta fuertes cuestionamientos de demócratas y republicanos que se oponen a destinar 20 mil millones de dólares para ayudar a Argentina mientras se recortan ayudas internas. Además, los bonistas norteamericanos se mostraron molestos por los USD 9.500 millones que salieron del país en concepto de dividendos, lo que elevó las críticas al ministro argentino.
Caputo viajó con su equipo económico completo a Estados Unidos sin haber cerrado aún ningún acuerdo. Según las fuentes, su intención fue enviar una señal de expectativa al mercado, insinuando que un anuncio importante podría producirse en breve.
Antes de este viaje, la administración de Donald Trump ya había mostrado su respaldo. Un tuit de Bessent detalló las medidas de rescate en análisis, acompañado por una foto de Milei con Trump y el anuncio de una futura reunión bilateral en la Casa Blanca. Sin embargo, esas acciones no fueron suficientes para calmar la desconfianza de los inversores.
Un préstamo de emergencia para evitar el default
El mercado sigue enfocado en las reservas internacionales, que se encuentran en niveles críticos. Por esa razón, Caputo necesita asegurar fondos que garanticen el pago de los bonos y eviten dudas sobre la capacidad de pago.
La propuesta en discusión contempla un nuevo préstamo repo de hasta USD 5.000 millones, respaldado con DEGs del Tesoro estadounidense. Esta estructura impediría que los fondos se utilicen para intervenir en el mercado cambiario, uno de los puntos más controvertidos en la gestión del ministro.
El préstamo funcionaría como un mecanismo de emergencia temporal, diseñado para sostener la estabilidad financiera en las semanas previas a las elecciones del 26 de octubre. En paralelo, se trabaja en un swap de monedas por USD 20.000 millones para reforzar las reservas del Banco Central y dar paso a una eventual libre flotación del dólar, tal como reclaman tanto el FMI como el Tesoro de Estados Unidos.
Obstáculos y desconfianza en Washington
Pese a los esfuerzos, las negociaciones siguen abiertas y nada está asegurado. En los círculos financieros de Washington, Caputo arrastra una imagen desgastada por su desempeño durante la gestión de Mauricio Macri, y su actual viaje busca revertir esa percepción.
Aun así, la importancia geopolítica de Javier Milei para la Casa Blanca, en una región con escasos aliados, mantiene viva la posibilidad de que Estados Unidos colabore para evitar un nuevo default argentino.
En este marco, el Tesoro estadounidense y el FMI, encabezado por Kristalina Georgieva, buscan imponer límites estrictos a cualquier préstamo, de modo que los fondos no se utilicen para controlar el dólar, sino exclusivamente para cumplir con los compromisos financieros.
El eventual préstamo repo respaldado por DEGs del Tesoro de Estados Unidos podría representar una solución temporal a la fragilidad de las reservas argentinas, pero también deja en evidencia la dependencia de la gestión Milei-Caputo respecto de la ayuda externa para sostener la estabilidad económica del país.