En la antesala de la cumbre entre Donald Trump y Xi Jinping en Corea del Sur, el Gobierno chino volvió a endurecer su discurso respecto a Taiwán.
Pekín aseguró estar dispuesto a avanzar hacia una “reunificación pacífica”, aunque sin descartar la opción militar si fuera necesario.
Pekín insiste: la fuerza sigue sobre la mesa
El portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado, Peng Qing’en, declaró que China “nunca se comprometerá a renunciar al uso de la fuerza” para lograr la reunificación con la isla. En su primera conferencia como vocero, reafirmó que su país se reserva “la opción de adoptar todas las medidas necesarias” para alcanzar ese objetivo.
“Estamos dispuestos a crear un amplio espacio para la reunificación pacífica, pero nunca renunciaremos al uso de la fuerza”, expresó Peng, citado por Noticias DW.
El funcionario explicó que la política de Pekín hacia Taiwán “siempre ha sido coherente y clara” y reiteró que la fórmula de “un país, dos sistemas”, vigente en Hong Kong y Macao, continúa siendo la vía preferida de China para resolver el conflicto.
Tensión militar en torno a la isla
Las declaraciones se producen tras una serie de maniobras militares chinas alrededor de Taiwán, difundidas por la televisión estatal, en las que participaron cazas y bombarderos. En respuesta, el presidente taiwanés William Lai aseguró que el “apaciguamiento” no frenará la “coerción autoritaria” de Pekín y advirtió que solo “la paz a través de la fuerza” puede garantizar la estabilidad regional.
Durante una visita a una base militar en el sur de la isla, Lai destacó que Taiwán incrementará su gasto en Defensa hasta el 5 % del PIB en 2030, en un contexto de creciente presión militar china.
Xi y Trump se reunirán en medio de la tensión
El futuro de Taiwán podría aparecer en la agenda del próximo encuentro entre Xi Jinping y Donald Trump, previsto para el 30 de octubre en Corea del Sur, en los márgenes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Será el primer encuentro entre ambos líderes desde el regreso del republicano a la Casa Blanca.
Sin embargo, Trump pareció restarle importancia al tema. “No tengo claro si hablaremos de Taiwán. No estoy seguro. Quizás me lo pregunte, pero no hay mucho de lo que hablar. Taiwán es Taiwán”, declaró el mandatario estadounidense a bordo del Air Force One rumbo a Corea del Sur.
Un conflicto de soberanía sin final a la vista
China considera a Taiwán como una provincia rebelde y parte inalienable de su territorio. La isla, gobernada autónomamente desde 1949, sostiene que solo sus 23 millones de habitantes tienen derecho a decidir su futuro político.
El mensaje de Pekín, reafirmando que no renunciará a la fuerza, eleva la tensión regional justo antes de una cumbre clave que podría definir el tono de las relaciones entre las potencias asiática y estadounidense. Información extraída de Noticias DW




