El ingreso de soldados estadounidenses para realizar ejercicios militares en Argentina bajo la “Operación Tridente” genera fuertes críticas y reacciones políticas.
El Gobierno argentino, encabezado por Javier Milei, autorizó el ingreso de tropas de Estados Unidos al país para participar en ejercicios militares conjuntos, en el marco de la denominada “Operación Tridente”, una decisión que despertó un intenso debate político y social.
Según detalla el documento oficial, se trata de un plan que permite a efectivos estadounidenses ingresar a territorio argentino para operar junto con las Fuerzas Armadas nacionales en tres bases navales: Bahía Blanca, Puerto Belgrano y Mar del Plata. Estas actividades fueron presentadas como una estrategia de cooperación militar con fines de entrenamiento y defensa marítima.
El Ministerio de Defensa justificó la medida afirmando que busca “fortalecer la interoperabilidad con las fuerzas de países aliados y mejorar las capacidades técnicas” de la Armada Argentina. Los ejercicios se desarrollarán a lo largo de varias semanas y contarán con la participación de unidades aéreas, navales y de infantería.
Polémica por la autorización presidencial
El permiso presidencial para el ingreso de las tropas fue otorgado tras un acuerdo entre el Poder Ejecutivo y el Congreso, que dio luz verde a la presencia militar extranjera hasta finales de 2025. Sin embargo, el anuncio generó una fuerte controversia dentro del arco político.
Sectores de la oposición y organizaciones sociales expresaron su preocupación al considerar que se trata de una “pérdida de soberanía” y un gesto de alineamiento directo con Estados Unidos.
Desde la Casa Rosada, en cambio, sostienen que el programa se enmarca dentro de los compromisos internacionales asumidos por el país y no implica la instalación permanente de fuerzas foráneas. “No se trata de una base estadounidense en Argentina, sino de una cooperación temporal y específica”, explicaron desde el entorno de Milei.
Reacciones y repercusiones internacionales
El tema también tuvo repercusión fuera del país. Algunos analistas advierten que la “Operación Tridente” se da en un contexto geopolítico sensible, marcado por la competencia entre potencias por el control del Atlántico Sur.
“Es evidente que Estados Unidos busca reforzar su presencia en la región y Argentina representa una posición estratégica clave”, señalaron fuentes diplomáticas citadas por BBC News Mundo.
Desde sectores militares locales también hubo voces que defendieron la iniciativa, alegando que “los entrenamientos conjuntos permiten acceder a tecnología avanzada y mejorar la preparación ante amenazas marítimas”.
Por su parte, organizaciones de derechos humanos y movimientos antimilitaristas rechazaron categóricamente la medida, calificándola como “una entrega de soberanía encubierta bajo la excusa de cooperación”.
El trasfondo político y la postura del Gobierno
La autorización llega en medio de una estrategia de Milei orientada a fortalecer los lazos diplomáticos y comerciales con Estados Unidos. Durante los últimos meses, el presidente ha destacado públicamente su afinidad ideológica con la administración norteamericana, y la “Operación Tridente” refuerza esa línea de política exterior.
“El presidente Milei considera que el mundo libre debe cooperar en materia de defensa y seguridad, y Argentina no puede quedar al margen de esa alianza”, afirmó una fuente cercana al Ejecutivo.
Pese a las críticas, el Gobierno mantiene firme su postura y asegura que la presencia de tropas estadounidenses será temporal y supervisada por autoridades argentinas, descartando cualquier posibilidad de cesión territorial.
Relevancia y proyección de la “Operación Tridente”
La “Operación Tridente” marca un antes y un después en la relación militar entre Argentina y Estados Unidos, generando tanto expectativas como cuestionamientos. Para el Gobierno, representa una oportunidad de modernización y cooperación; para la oposición, un riesgo político y diplomático que podría afectar la autonomía nacional.
En cualquier caso, el tema promete seguir ocupando el centro del debate público y mediático durante las próximas semanas, mientras los primeros ejercicios comienzan a ejecutarse en las bases navales del país.