El presidente de Estados Unidos endureció su discurso contra Caracas, advirtió sobre una posible “acción terrestre” y volvió a vincular a Nicolás Maduro con el narcotráfico.
La tensión entre Estados Unidos y Venezuela vuelve a escalar tras las recientes declaraciones del presidente Donald Trump, quien aseguró que evalúa una posible “acción terrestre” en territorio venezolano. El mandatario republicano acusó nuevamente al gobierno de Nicolás Maduro de estar vinculado a redes de contrabando de fentanilo, en el marco de una política antidroga más agresiva impulsada por la Casa Blanca.
Trump advierte sobre medidas “en el terreno”
Durante una conferencia sobre seguridad y narcotráfico, Trump aseguró que China estaría utilizando a Venezuela como punto de tránsito para el envío de fentanilo hacia Estados Unidos, eludiendo los controles portuarios de su país y de México.
“Están entrando por Venezuela. No lo vamos a permitir”, afirmó con tono desafiante. Aunque desmintió versiones sobre el despliegue de bombarderos en el Caribe, no descartó medidas directas contra lo que calificó como “redes delictivas amparadas por regímenes corruptos”.
El presidente evitó precisar si se trataría de una operación militar o una ofensiva diplomática, dejando abierta la posibilidad de un movimiento más firme en la región, según reportó Ámbito.
La Casa Blanca endurece su política hacia Caracas
Acompañado por su secretario de Defensa, Pete Hegseth, y la fiscal general, Pam Bondi, Trump presentó los resultados de lo que denominó “la mayor operación antidroga en la historia del país”, con más de 3.000 detenciones en una semana.
En ese contexto, el mandatario volvió a colocar a Venezuela en el centro de su discurso contra el narcotráfico, una postura que Washington sostiene desde 2019. Fuentes diplomáticas indicaron que Estados Unidos evalúa nuevas sanciones económicas y restricciones comerciales contra Caracas, además de una posible ampliación del cerco marítimo en el Caribe.
Venezuela responde con cautela
Desde Caracas, el gobierno de Nicolás Maduro no emitió una respuesta oficial inmediata, aunque funcionarios cercanos al Palacio de Miraflores calificaron las declaraciones de Trump como “una provocación” y “una excusa para justificar agresiones”.
El discurso del presidente estadounidense llega en un momento de fragilidad económica para Venezuela y de creciente presión internacional sobre su gobierno. Analistas políticos sostienen que la mención de una “acción terrestre” busca reforzar la imagen de firmeza de Trump tanto en el plano internacional como dentro de Estados Unidos, especialmente de cara a un año electoral.
Un nuevo capítulo en una relación marcada por la tensión
La advertencia de Trump reaviva el clima de confrontación entre ambos países, marcado por sanciones, bloqueos y acusaciones mutuas. Si bien no se confirmó ninguna acción inmediata, el mensaje deja en claro que Washington no descarta medidas más duras contra Caracas.
El futuro de la relación entre Estados Unidos y Venezuela vuelve a depender del equilibrio entre la presión diplomática, económica y militar, en un tablero regional cada vez más sensible.




