Desde octubre, la volatilidad domina a los mercados globales. Pese a algunos alivios temporales, los analistas advierten que la amenaza de una corrección bursátil sigue latente
Las criptomonedas y los metales preciosos ya mostraron señales claras, mientras que la Bolsa todavía resiste con dudas crecientes. Según Ámbito, la tensión se mantiene en el centro de la escena.
La incertidumbre se instaló tras el giro geopolítico
La escalada comenzó cuando Donald Trump sorprendió al mercado con la idea de imponer un arancel del 100% a los productos chinos. Aunque después selló una tregua con Xi Jinping, la inquietud no desapareció: simplemente cambió de forma. Con un clima global frágil, cualquier sobresalto puede desatar movimientos bruscos.
Criptomonedas y metales ya corrigieron con fuerza
Las criptomonedas, que venían de un rally histórico, entraron en un “bear market” repentino. Bitcoin fue el caso más emblemático: pasó de su máximo de USD 126.000 en octubre a perforar fugazmente la barrera de los USD 90.000.
Lo mismo ocurrió con el oro y otros metales preciosos, que experimentaron una corrección clásica después de meses de subas impulsadas por temores inflacionarios.
La Bolsa aguanta, pero no despeja las dudas
Mientras tanto, las acciones estadounidenses siguen en pie, aunque con una presión que no cede. Las ganancias del S&P 500 crecieron 13,1% interanual en el último trimestre, y las proyecciones corporativas mantienen cierto optimismo. Pero las valuaciones están en niveles históricamente altos y la sensibilidad del mercado continúa elevada.
Nvidia, ¿el dato que puede inclinar la balanza?
El balance de Nvidia aparece como el próximo test crucial. Un resultado sólido podría dar algo de respiro, pero no necesariamente disiparía la tensión de fondo. Por el contrario, un mal informe podría acelerar la corrección que muchos anticipan.
Los analistas advierten que el mercado está atrapado entre dos fuerzas: el temor a una caída significativa y la persistente estrategia del “buy the dip”, alimentada por el efectivo acumulado en los últimos meses.
¿Puede Bitcoin arrastrar a otros activos?
La caída de Bitcoin reavivó un interrogante clave: ¿su desplome puede contagiar a otros mercados? Por ahora, la correlación es baja, aunque su creciente integración al sistema financiero podría amplificar futuros impactos.
El frenesí cripto tuvo fundamentos distintos a los que impulsaron a la Bolsa, pero la discusión sobre el rumbo de las tasas de interés —y en particular el recorte previsto para diciembre— podría unir los destinos de todos los activos de riesgo.
Los mercados viven un momento bisagra. La corrección parece cerca, pero no llega; la resiliencia de la Bolsa todavía sorprende, aunque no convence. La definición puede venir de un dato puntual o de un giro macroeconómico, pero el clima de incertidumbre sigue marcando el pulso de Wall Street y del resto del sistema financiero.




