Ucrania volvió a sufrir una jornada de intensos ataques rusos que dejaron víctimas fatales, decenas de heridos y daños críticos en su infraestructura energética
Varias regiones fueron alcanzadas por bombardeos, drones y artillería, lo que obligó a paralizar centrales térmicas en plena antesala del invierno.
Según Radio3 .
Escalada de ofensivas en múltiples regiones
En las últimas 24 horas se registraron más de 800 ataques en la región de Zaporiyia, con tres personas fallecidas y al menos seis heridas, de acuerdo con autoridades locales. Las ofensivas incluyeron bombardeos aéreos, drones y sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes sobre áreas residenciales.
En Jersón, los ataques dejaron otras dos víctimas fatales y diez heridos, mientras que en Kiev se reportaron incendios en edificios y vehículos tras el impacto de drones en el distrito de Pechersk.
En Dnipro, una persona murió y once resultaron heridas, entre ellas dos niños, producto de la caída de drones sobre un edificio residencial.
Infraestructura energética paralizada
Las regiones de Odesa, Mikolaiv y Kirovorad también sufrieron daños en instalaciones industriales y energéticas. En Mikolaiv, las ofensivas se concentraron específicamente en zonas industriales.
Uno de los daños más graves se produjo en centrales térmicas estatales operadas por PJSC Centrenergo, que debieron suspender completamente la generación de energía debido al impacto de los ataques.
La empresa describió la ofensiva como «el mayor ataque contra nuestras centrales desde el inicio de la guerra», con múltiples impactos sostenidos en pocos minutos.
Rusia sostiene avance territorial
El Ministerio de Defensa ruso afirmó haber repelido intentos ucranianos de romper el cerco en Pokrovsk (Donetsk) y Kúpiansk (Járkov), reforzando su posición militar en zonas estratégicas.
La situación se desarrolla en un contexto crítico para Ucrania, que enfrenta la llegada del invierno con infraestructura energética debilitada, lo que agrava las dificultades civiles y económicas.
Los ataques recientes profundizan una crisis humanitaria que no muestra señales de estabilización. La destrucción de infraestructura clave, sumada a la pérdida de vidas, vuelve incierto el panorama para la población ucraniana en los próximos meses.




