Informe de MuMaLa: 229 femicidios registrados en Argentina hasta noviembre de 2025.
Entre el 1° de enero y el 20 de noviembre de 2025, el Observatorio Nacional de MuMaLa registró 229 femicidios en Argentina, afectando a mujeres, lesbianas, travestis y trans. La información se extrajo de Diario del Sur, y evidencia un crimen de género cada 34 horas, reflejando la persistencia de la violencia machista en el país a pocos días del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Machista.
Cifras generales y modalidades de los crímenes
Del total de 229 femicidios:
- 178 corresponden a femicidios directos.
- 2 involucraron a niñas y mujeres en contextos vinculados.
- 18 niños y varones murieron al interponerse en la agresión.
- Se registraron 1 lesbicidio y 3 trans/travesticidios.
- 901 intentos de femicidio se confirmaron, mostrando que por cada crimen consumado hay al menos cuatro intentos fallidos.
Las modalidades más frecuentes incluyen armas blancas (31%), armas de fuego (26%) y golpes (19%). Asfixias representaron el 13%, mujeres quemadas el 4%, y otros métodos como atropellamientos o caídas forzadas otro 4%. El 16% de los agresores recurrió a maniobras para ocultar los crímenes, incluyendo entierros clandestinos y descuartizamientos.
Distribución territorial y perfiles de las víctimas
La provincia de Buenos Aires concentra el mayor número de femicidios (101), seguida por Santa Fe (25), Córdoba (15), Misiones (14) y Tucumán (9). En términos de tasa provincial, Santa Cruz, Misiones, Neuquén y Chaco presentan los índices más altos de femicidios por cada 100.000 mujeres.
La edad promedio de las víctimas es de 40 años; 22 eran niñas o adolescentes (10%) y 36 mayores de 60 años. El hogar continúa siendo el lugar más inseguro: el 65% de los crímenes ocurrió en la vivienda de la víctima o compartida con el agresor, el 10% en la casa del femicida, y el 12% en la vía pública.
Vínculo con el agresor y fallas institucionales
Más de la mitad de los femicidios (52%) fueron cometidos por parejas o exparejas; un 16% por familiares, y 13% por conocidos. El 7% involucró sicarios o crimen organizado, mientras que solo el 6% fueron agresores desconocidos.
Respecto a denuncias previas, solo el 15% de las víctimas había alertado a la justicia. De ellas, el 53% contaba con restricciones perimetrales, pero solo el 16% tenía botón antipánico, evidenciando la brecha entre medidas judiciales y protección efectiva.




