Los trabajos mejor y peor pagos en Argentina: radiografía salarial 2025.
El último informe del Mercado Laboral de Bumeran revela los puestos mejor y peor remunerados en Argentina, mostrando una brecha significativa entre sectores estratégicos y roles operativos. La información se extrajo de iProUP.
Los puestos mejor pagos: energía, finanzas y tecnología
Los salarios más altos se concentran en sectores con alta especialización y escasez de talento:
- Junior
- Ingeniería en Petróleo y Petroquímica: $2.750.000
- Relaciones Institucionales y Públicas (MKT): $2.250.000
- Programación de Producción (Logística): $2.125.000
- Semi Senior / Senior
- Finanzas Corporativas / Banca de Inversión: $4.000.000
- Liderazgo de Proyecto (Sistemas): $3.000.000
- Ingeniería Civil (Producción / Logística): $2.800.000
- Jefaturas / Supervisores
- Sistemas: $4.625.000 por mes, la remuneración más alta del país.
El informe confirma que los puestos con combinación de especialización técnica y baja disponibilidad de talento continúan liderando los rankings salariales.
Los puestos peor pagos: servicios y roles operativos
En el extremo inferior, los salarios más bajos corresponden a sectores con alta rotación y gran oferta de candidatos:
- Junior
- Mantenimiento y Limpieza: $787.500
- Creatividad (contenidos, diseño, video): $800.000
- Data Entry (Sistemas): $825.000
- Semi Senior / Senior
- Camareros: $900.000
- Recepcionista (Administración): $1.100.000
- Atención al Cliente (Comercial): $1.150.000
- Almacén / Depósito (Producción): $1.250.000
- Jefaturas / Supervisores
- Hotelería Hospitalaria: $962.500, la más baja del segmento.
Un mercado bipolar y en reacomodamiento
Los datos reflejan un mercado laboral argentino con dos polos bien marcados:
- Puestos técnicos, estratégicos o escasos que sostienen salarios muy por encima del promedio.
- Roles operativos, administrativos o de servicios con remuneraciones bajas y limitada recuperación salarial.
A esto se suma la primera caída de los salarios pretendidos en 2025 (-0,13%), mostrando un reacomodamiento frente a la inflación que sigue condicionando las decisiones salariales.




