En un contexto de urgencia por capitalizar el respaldo electoral, el Gobierno nacional enfrenta serias dificultades para cerrar el texto final del Presupuesto 2026 y un paquete de reformas.
Las disputas internas entre el área económica y la política obstaculizan los consensos necesarios dentro del gabinete, demorando el envío al Congreso.
La Puja Entre Economía y Política
La información, extraída del medio Infobae, revela que la tensión principal se da entre el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, y el ala política liderada por el ministro del Interior, Diego Santilli. Mientras existe un acuerdo general sobre la necesidad de avanzar rápidamente con las leyes, no hay una definición unánime sobre la «letra chica». Esta falta de acuerdos sólidos impide al oficialismo ofrecer certezas a legisladores y gobernadores, claves para la aprobación.
Los Técnicos, Traductores de la Urgencia
En medio de esta puja, los equipos técnicos cumplen un rol central. La periodista Duffard destacó la figura de María Ibarzabal, quien se encarga de «traducir» las necesidades políticas en normativas concretas. Su labor es vital para afinar los detalles y sortear límites constitucionales, bajo una presión constante. «La estrategia es avanzar, pero todavía no hay acuerdo en el propio Gobierno», explicó la analista, graficando el vértigo de la interna oficialista.
El Capital Político en Tiempo de Descuento
La premura del Gobierno responde a una lectura política clara: el capital del voto renovado recibido en las elecciones «está en tiempo de descuento». Se busca capitalizar el triunfo electoral antes de que el impulso se agote. Sin embargo, reformas como la laboral y la tributaria tocan intereses muy sensibles de distintos sectores y provincias, lo que genera resistencias y exige complejas negociaciones que aún no están cerradas. A esto se suma la presión del presidente Javier Milei, quien espera resultados concretos «para ayer».




