En pleno funcionamiento del Consejo de Mayo, la CGT decidió reforzar su oposición al proyecto de reforma laboral impulsado por el Gobierno de Javier Milei
La central obrera anticipó que presentará un rechazo formal a los principales puntos de la iniciativa y pedirá abrir una discusión más amplia sobre un modelo económico que priorice desarrollo, producción y empleo digno.
Según Canal12web, la dirigencia sindical considera que la nueva propuesta laboral es una continuidad del DNU 70/23, actualmente judicializado.
La CGT exige un nuevo debate económico
Para la central sindical, el primer paso no debería ser avanzar con una reforma laboral, sino discutir qué tipo de economía necesita el país. Gerardo Martínez, representante de la UOCRA y miembro de la CGT, afirmó que buscan “un modelo que apueste al desarrollo, al crecimiento y a la producción”, condiciones que —según la entidad— son necesarias para generar empleo genuino y mejorar el salario real.
La organización sostiene que cualquier cambio en las reglas laborales debe surgir de un acuerdo amplio y no de una imposición unilateral del Ejecutivo.
Críticas al proyecto oficial
Entre las objeciones más fuertes, la CGT rechaza:
- La limitación de la ultraactividad de los convenios colectivos.
- La prioridad de convenios por empresa, por sobre los de actividad.
- La reducción de las cuotas sindicales obligatorias.
- Modificaciones al derecho de huelga.
Dirigentes del ala más dialoguista remarcaron que el texto del Gobierno refleja aspectos ya cuestionados ante la Justicia y plantearon que replicar ese esquema profundizará los conflictos.
Un escenario político cada vez más tenso
La discusión por la reforma laboral será uno de los ejes del próximo encuentro del Consejo de Mayo, donde el Gobierno espera avanzar con consenso, mientras que la central obrera se prepara para sostener una postura firme. La disputa promete escalar durante las próximas semanas, en un contexto económico que continúa marcado por la caída del salario real y la falta de recuperación del empleo formal.
Con posiciones enfrentadas y pocas señales de acuerdo inmediato, la reforma laboral se convierte en un nuevo frente de tensión entre el Gobierno y la CGT. El debate por el rumbo económico y las reglas del trabajo marcará la agenda política de los próximos encuentros.




