El papa León XIV lanzó una de sus críticas más contundentes hasta la fecha contra la administración de Donald Trump, cuestionando tanto su política migratoria como los ataques estadounidenses a barcos venezolanos en el Caribe.
El primer pontífice nacido en Estados Unidos advirtió que «con la violencia no ganaremos», según informó BBC Mundo.
La Postura Sobre la Política Migratoria Estadounidense
Frente a las cámaras en su residencia de Castel Gandolfo, el papa expresó su preocupación por las personas que han vivido en Estados Unidos «durante años y años sin causar problemas, que se han visto profundamente afectadas» por la política de deportación masiva de Trump. Hablando directamente en inglés al público estadounidense, reiteró la creencia católica de que todos los cristianos serán juzgados por cómo acogieron al «extranjero», en una clara referencia a las redadas del ICE.
Las Críticas a los Ataques en el Caribe
El Papa también habló sobre los bombardeos que Estados Unidos realiza contra barcos venezolanos. Las autoridades sospechan que estas embarcaciones transportan drogas. León XIV advirtió que estas acciones podrían aumentar la tensión regional. En italiano, declaró con firmeza: «Con la violencia no ganaremos». Además, sugirió que el despliegue naval estadounidense cerca de Venezuela no defendía la paz, sino que incrementaba las tensiones.
La Continuidad Doctrinal y el Estilo Personal
Analistas como el historiador católico Austen Ivereigh destacaron que, aunque su estilo es diferente al del papa Francisco, León XIV mantiene las mismas enseñanzas y prioridades de la Iglesia. La profesora Anna Rowlands de la Universidad de Durham añadió que el pontífice, quien trabajó como misionero en Perú, aborda la migración con conocimiento directo por haber sido «un obispo migrante» himself.
Las declaraciones del papa representan un desafío significativo para la administración Trump, particularmente para los funcionarios católicos como el vicepresidente JD Vance y el secretario de Estado Marco Rubio, quienes se reunieron con el pontífice en mayo. Su postura marca una clara distancia con las políticas de su país natal, reforzando la doctrina social de la Iglesia sobre migración y paz.




