La Cámara alta decidió ratificar su versión original del proyecto que modifica el tratamiento de los decretos de necesidad y urgencia, marcando un nuevo capítulo en el pulso legislativo con el oficialismo.
La Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado emitió dictamen para insistir con la reforma a la Ley 26.122, tal como fue originalmente aprobada por la Cámara alta. Esta decisión, se produce luego de que la Cámara de Diputados aprobara el proyecto en general pero le faltaran votos para un artículo clave, lo que obligó a su devolución. La presidenta de la comisión, Alejandra Vigo, advirtió que la versión de Diputados hacía que el proyecto «pierda su valor y espíritu».
Los puntos clave de la reforma que impulsa el Senado
El proyecto establece dos cambios fundamentales. Primero, impone un plazo máximo de 90 días para que ambas Cámaras traten obligatoriamente cualquier DNU desde su emisión. Segundo, y este es el cambio más significativo, establece que si una sola de las dos Cámaras rechaza el decreto, este pierde vigencia automáticamente. Actualmente, un DNU sigue en vigor a menos que sea expresamente rechazado por ambas Cámaras, sin límites de tiempo para su tratamiento.
Un debate con miradas divergentes
El trasfondo: un pulso de poderes
Este forcejeo legislativo no es menor. Para el oficialismo de La Libertad Avanza, esta reforma es un intento directo por limitar las capacidades del Poder Ejecutivo, una herramienta utilizada por gobiernos de distintos signos. El diputado Mayoraz llegó a afirmar que «se instala el gobierno del Congreso». La caída del artículo 3 en Diputados, lograda tras el voto en contra de bloques dialoguistas, fue una victoria táctica del oficialismo que ahora el Senado busca revertir con su insistencia, profundizando la tensión institucional. Información extraída del medio C5N.




