En una semana crucial, el nuevo presidente de River Plate, Stefano Di Carlo, se presentó este martes en el predio de Ezeiza.
En su primer día completo al mando, mantuvo una reunión protocolar con Marcelo Gallardo y se dirigió al plantel, buscando dar tranquilidad de cara al Superclásico contra Boca, en un contexto de crisis futbolística.
Una visita clave en medio de la crisis millonaria
Según informó la comunicación oficial del club, la visita de Di Carlo se produjo en el gimnasio del River Camp, donde el plantel retomó los entrenamientos tras la derrota ante Gimnasia. El sucesor de Jorge Brito mantuvo primero un encuentro con Gallardo y luego arengó a los jugadores, aunque los detalles de su discurso no trascendieron. Las imágenes oficiales muestran al nuevo presidente integrado en la dinámica del equipo, en un intento por bajar la tensión.
El equipo: bajas confirmadas y un delantero en la mira
El panorama para armar el equipo no es alentador. La baja más significativa es la de Esequiel Barco, lesionado contra Gimnasia y fuera del partido con Boca. En ataque, el problema se agrava: Facundo Colidio está lesionado y Sebastián Driussi sigue en duda por una distensión, por lo que Gallardo evalúa alternativas. Miguel Borja, tras errar un penal clave, está en el ojo de la tormenta y su futuro genera rumores. Las opciones pasan por alinear a Borja, darle lugar a un juvenil como Ian Subiabre o plantear a Maximiliano Salas como único punta.
La Bombonera como examen para el futuro de Gallardo
La presión sobre Marcelo Gallardo es máxima. La nueva dirigencia habría decidido dejar en suspenso la definición sobre la continuidad del técnico. Un mal resultado en la Bombonera, en un contexto de cuatro derrotas seguidas en el Monumental, podría dejar al «Muñeco» al borde de la salida. El equipo no solo necesita un resultado para mantener chances en el torneo, sino también para asegurar la clasificación a la Copa Libertadores 2026.
Con un plantel golpeado anímicamente y varias incógnitas tácticas, River se encamina hacia el Superclásico más desafiante de los últimos tiempos. La visita de Di Carlo marca el inicio de una nueva era, pero el partido ante Boca funcionará como un termómetro crucial para el futuro inmediato de Gallardo y para revertir una crisis que ya lleva varias fechas. Información extraída del medio TN.




