El hallazgo de muñecas sexuales con rasgos infantiles desató una ofensiva judicial sin precedentes contra la marca china
La discusión sobre la responsabilidad de las grandes plataformas digitales volvió a encenderse en Europa. El gobierno francés pidió este miércoles a la Justicia suspender por tres meses el funcionamiento completo de Shein, luego de que se detectara la oferta de muñecas sexuales de apariencia infantil y otros productos prohibidos dentro del marketplace de la empresa. La información fue difundida según Radio3.
Un pedido judicial que marca un punto de quiebre
La controversia comenzó a principios de noviembre, cuando Francia ordenó desactivar el sector de venta por terceros de Shein luego del hallazgo de artículos ilegales. Sin embargo, la tienda principal de ropa —el corazón de la compañía— permaneció operativa.
Ahora, el Ejecutivo francés formalizó un reclamo judicial basado en el artículo 6.3 de la ley de economía digital, una herramienta legal que permite intervenir cuando el contenido en línea represente un riesgo de daño. Para el Ministerio de Finanzas, Shein cuenta con los recursos necesarios para controlar lo que se comercializa, pero “no lo hace”, motivo por el cual se decidió avanzar con la medida más severa disponible.
Shein bajo presión en toda Europa
El expediente apunta directamente a Infinite Styles Services Co Ltd, la firma radicada en Dublín que representa las operaciones europeas de Shein. Sus abogados deberán presentarse en la audiencia convocada en el tribunal de París. Aunque el fallo no será inmediato, las autoridades esperan una definición en las próximas semanas. La empresa, por ahora, evita pronunciarse públicamente.
El escándalo estalló en paralelo a la apertura de la primera tienda física de Shein en París, lo que amplificó el impacto del caso. Las autoridades francesas detectaron muñecas sexuales hiperrealistas con rasgos infantiles y descripciones de tipo pedo-pornográfico, lo que derivó en una investigación penal por “difusión de imágenes de menores de naturaleza pornográfica” y por la presencia de contenido violento o degradante accesible para menores.
Además de Shein, el proceso involucra a otras plataformas como AliExpress, Temu y Wish, que también fueron alcanzadas por las pesquisas.
Un caso que podría cambiar las reglas del comercio electrónico
La presión no se limita al ámbito francés. El gobierno de Emmanuel Macron solicitó a la Comisión Europea que abra una investigación sobre la comercialización de productos ilícitos dentro de Shein. Si avanza, podría convertirse en un precedente decisivo para la regulación de gigantes del e-commerce que operan con millones de artículos provenientes de terceros países.
La ofensiva regulatoria promete tensar aún más el escenario para la plataforma china, que en los últimos años se expandió de manera acelerada en Europa gracias a su modelo de moda rápida y a precios ultra competitivos. El debate, una vez más, se centra en la necesidad de controles más estrictos y en la responsabilidad que deben asumir las empresas frente a los productos que habilitan a vender.
El reclamo judicial francés instala una señal de alerta para todo el ecosistema del comercio digital. Con un proceso que recién comienza, el futuro de Shein en Europa queda bajo un manto de incertidumbre y pone en el centro de la discusión la protección de menores y el control efectivo del contenido online.




