En una tensa jornada parlamentaria, la metodología para aprobar el Presupuesto Nacional 2026 generó un fuerte enfrentamiento entre el oficialismo y el bloque opositor peronista.
Retrasando el tratamiento del proyecto clave para el año próximo.
El oficialismo impone su regla: votación por capítulos
El bloque de La Libertad Avanza, junto a sus aliados, logró imponer en el Senado que la discusión en particular del Presupuesto se realice por capítulos y no por artículo. Esta decisión, establecida en el acta de Labor Parlamentaria aprobada por 39 votos contra 33, busca, según el oficialismo, agilizar el tratamiento. Sin embargo, como reportó la publicación originalmente de la Agencia Noticias Argentinas, la estrategia también tiene el objetivo de evitar abrir el debate específico sobre partidas sensibles, como el financiamiento docente y universitario, que se concentran en el polémico artículo 30.
La protesta peronista: «Es inválido sin los dos tercios»
Frente a esta imposición, el bloque peronista elevó una fuerte protesta. Su argumento central es que la decisión sobre la modalidad de votación es inválida, ya que el oficialismo no alcanzó los dos tercios de los votos requeridos para modificar las reglas de procedimiento. Desde la oposición sostienen que esta maniobra busca «esconder» el recorte en educación, al impedir que se vote y discuta artículo por artículo, especialmente el que deroga el piso del 6% del PBI para el sector.
El artículo que divide las aguas: el financiamiento educativo
El núcleo del conflicto reside en el artículo 30 del proyecto. Esta cláusula deroga la ley que establecía un piso de financiamiento para educación, ciencia y técnica. Al forzar una votación por capítulos grandes, el oficialismo evitaría un rechazo explícito y simbólico de ese artículo en particular. Tres radicales y dos senadores santacruceños incluso se desmarcaron de sus aliados oficialistas, votando en contra del acta precisamente por su oposición a este punto.
La jefa del bloque de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, defendió la postura de votar las actas de Labor Parlamentaria que consolidan este procedimiento. Mientras tanto, el choque de visiones sobre transparencia y celeridad parlamentaria deja al descubierto la profunda grieta que atravesará la sanción del presupuesto del próximo año.




