El economista Damián Di Pace analizó el impacto de la reciente sanción del Presupuesto Nacional 2026 y lo definió como una «hoja de ruta» fundamental para la microeconomía.
Según el especialista, el documento aprobado por el Congreso otorga una previsibilidad inédita a empresas y hogares, con proyecciones mucho más cercanas a la realidad que en ejercicios anteriores. Según Noticias Argentinas.
Un cambio histórico: proyecciones más cercanas a la realidad
En una entrevista con Radio Rivadavia, Di Pace destacó el cambio de paradigma. «Es el presupuesto de las cuentas nacionales, pero en definitiva se toma como parámetro también para las cuentas tanto de las empresas como de los hogares», explicó. Las compañías, señaló, utilizan estos datos para planificar inversiones en producción, marketing y recursos humanos.
El analista recordó que en el pasado las proyecciones oficiales «venían ‘pifiando y mucho'», con errores abismales. Citó años donde se presupuestaba una inflación del 60% que terminaba en 211%, o metas del 30% que finalizaban en 118%. «Eran muy mentirosos o pecaban de optimistas», sentenció. Ahora, la brecha se achica: mientras el texto oficial prevé un crecimiento del 5% e inflación del 10,1%, el consenso del mercado estima un piso del 4% y un 16,1%, respectivamente.
Mirada crítica: tipo de cambio «desactualizado» y polémica en educación
Pese al optimismo general, Di Pace realizó dos críticas puntuales. Por un lado, advirtió que el tipo de cambio proyectado en el presupuesto (1.425 pesos por dólar) «ya quedó desactualizado»frente a la realidad de las bandas de ajuste vigentes, estimando que el mercado lo ve más cercano a los 1.780 pesos para fin de año.
Por otro lado, cuestionó la eliminación de los pisos de inversión para educación, ciencia y defensa contemplada en el artículo 30. «A mí me gusta tenerlo como parámetro eso y no me gusta que se baje ese piso», manifestó con sinceridad. No obstante, propuso que el financiamiento estatal esté estrictamente vinculado al control y la rendición de cuentas, criticando que se movilicen fondos para ciertos sectores universitarios mientras se descuida la educación inicial.
Un instrumento para planificar en tiempos de incertidumbre
En su balance final, Di Pace valoró positivamente que el crecimiento proyectado de las exportaciones (10,6%) sea coherente y que el presupuesto en general sea «mucho más cercano a la realidad». Celebró, además, que esté aprobado institucionalmente tras dos años de prórrogas, lo que permite a empresarios y familias responder con mayor certeza a la pregunta clave: «¿Qué puedo llegar a prever para mi vida y para mi empresa el año que viene?». En un contexto económico complejo, esta previsibilidad se convierte en un activo invaluable.




